Renato Rossini, segundo eliminado de Gran Hermano, llamó a la atención por la manera en la que jugó en el reality. Ya afuera, enfrentó a los analistas de GH, y ante la consulta sobre su manera de jugar habló de su pasado, de “fantasmas”, que siempre lo llevan a defender a su círculo. Él defendió a Claudio de Santiago, quedó en el medio, y terminó afuera.
Este martes pasó por LAM, habló de Marcos Ginocchio, y se emocionó cuando habló de su mamá, Claudia Carrillo. Dijo que él no fue un hijo buscado y que su papá la abandonó a su madre cuando le contó que estaba embarazada. Nunca los vio juntos hasta su ingreso a GH, que ambos viajaron para desearle suerte. “Fue la primera vez que estuve abrazado a los dos”, contó.
“Mi madre se rompió el lomo por mí. Trabaja y estudiaba. Trabajaba de secretaria en hoteles, llegaba todos los días a las 10 de la noche. Fue complicada mi infancia. Crecí con mis abuelos, que gracias a Dios me dieron todo”, subrayó Renato.
A continuación, Ángel de Brito le pidió que contara esa admiración que tiene por su mamá. En ese instante se emocionó. Mirando a cámara, dijo: “Admiro tu fortaleza, admiro tu resiliencia, admiro que seas una persona que siempre me aterrizó”.
“Admiro que siempre estuviste fuerte en todos los momentos que tuvimos, y admiro más que hayas creado a esta persona que estás viendo hoy en la pantalla. Gracias a ti, mamá, soy lo que estás viendo”, subrayó.