Jenifer Lauría, la última eliminada de Gran Hermano, no tuvo reparos en hablar abiertamente sobre su relación con Ricardo Centurión, un capítulo que marcó su vida profundamente. En una reciente entrevista en LAM, Jenifer relató sin pelos en la lengua las razones detrás de su separación del futbolista, asegurando que su sufrimiento fue el principal motor de su decisión.
“Me separé porque me cansé de que me meta los cuernos. Me hizo sufrir un montón, estaba súper enamorada de él, enamorada de verdad. No estaba con él por la fama, siempre mantuve el perfil bajo, nunca me interesó”, confesó con visible angustia, mostrando cómo las infidelidades de Centurión afectaron su relación.
El vínculo entre Jenifer y Centurión comenzó en un momento difícil para él, tras la pérdida de su novia Melody Pasini y su abuela en 2020. Sin embargo, la llegada de su hija Emma, nacida en 2021, parecía ser un rayo de esperanza para la pareja. Pero con el tiempo, las tensiones fueron en aumento, y la separación llegó. Jenifer también se refirió a su paso por Gran Hermano, donde fue eliminada recientemente.
Sobre su salida del reality, Jenifer opinó: “Creo que me sacaron porque no les gustaba algunos comentarios míos dentro de la casa. No me veía picante, fue lo único que pasó, no tuve ningún problema con nadie ahí adentro”. Aunque no se atribuyó a su vínculo con Centurión, reconoció que la familia del futbolista nunca estuvo de acuerdo con ella.
En cuanto a la influencia de ser la exnovia de un futbolista de renombre, Jenifer explicó: “No fue por eso, no conté nada en el casting. No me preguntaron nada, en la casa me preguntaron y no entré en detalle, lo conté al principio y nada más”.
Pero la situación con Centurión y su familia no fue sencilla. Jenifer reveló sus preocupaciones mientras estaba dentro de la casa, especialmente en lo que respecta a su hija. “Sé que a la nena la dejaba en buenas manos. La segunda semana me empezó a maquinar la cabeza, pensaba en qué estaría pensando la familia de él cuando entré a la casa, no me lo decían en la casa, pero nadie de su familia me quiso”, comentó.
Además, expresó su dolor por la falta de apoyo de Centurión, quien, según Jenifer, no estuvo presente en momentos claves. “Antes de que yo entre a la casa, hacía como diez días que no la veía a la nena. La vio cuando fue al acto escolar y al otro día, eso cuando yo ya estaba dentro de la casa”, agregó.
Jenifer también se refirió a la violencia psicológica que experimentó durante su relación, aunque aclaró que nunca fue víctima de agresiones físicas: “Sufrí mucho con ellos, sufrí violencia psicológica, nunca me levantó la mano”.
Finalmente, hizo un desglose de los regalos materiales que recibió de Centurión, pero también de las acusaciones dolorosas de su familia, quienes, según ella, la acusaron de trabajar como prostituta. “La pasé muy mal en el embarazo, lo único que me dio fue una camioneta y la casa. La familia de Centurión me acusó de trabajar de prostituta”, relató con tristeza.
Sobre su hija Emma, Jenifer destacó la dificultad que vivió con la familia de Centurión, quienes dudaron de la paternidad: “Mi hija la conocen casi al cuarto mes de vida. La familia de él decía que la nena no era su hija. Con él no vuelvo ni loca”.
En cuanto a la manutención de su hija, Jenifer también fue clara: “Él no me puede pasar plata porque no tiene club”. Esta declaración refleja las tensiones que aún persisten entre ellos, y la compleja situación que vive Jenifer, que, a pesar de todo, sigue adelante por el bienestar de su hija.