El actor y director Héctor Díaz contó su historia de vida y sus inicios en la actuación en el programa Sola en los Bares, mientras también se refirió a los reparos que tenía a la hora de dirigir a Luis Brandoni en la obra que estrena el 8 de enero “¿Quién es Quién?”.
“En la previa yo a Beto no lo conocía y obviamente estaba el resquemor de lo que se comenta en el medio de cierto carácter, que cada uno tiene el suyo”, expresó a Karim González sobre la comedia dramática que se presentará en el Teatro Liceo protagonizada por Brandoni y Soledad Silveyra. “A Solita la conocía, pero a Beto no. Y antes de conocerlos tenía una especie de prevención o de prejuicio de como haré para enfrentar este desafío y la verdad que me da gracia reírme porque cuando lo conocí, me encontré absolutamente, como pasa muchas veces, con los prejuicios totalmente en otro canal. Más allá de que ambos tienen su carácter, pero en el primer día que nos conocimos descubrí que tenían los dos un nivel de humor muy muy especial para la vida que es igual al mío. Ni bien los conocí dije. “Ah mirá”. Los dos tienen mucho humor: el de Solita es más alocado y el de Beto más silencioso, más cínico. Yo tengo un humor parecido a Beto. Entonces rápidamente pasó todo lo contrario: nos hermanamos porque somos del humor negro, de tirar todo el tiempo como cuchillazos filosos y sin decirnos nada nos miramos serios y nos hacemos algún comentario en general bastante patético acerca de nosotros mismos y nos reímos."
Díaz también marcó que a partir de ese descubrimiento todo fluyó, " Cuando apareció esa veta dije: Ok, todo esto que puede haber de carácter por detrás no va a estar entre nosotros”. No es parte de nuestro vínculo. O sea que todos estos 2 meses que llevamos de ensayos han sido todo lo contrario; de gracia, de poder reírnos y de poder también trabajar a fondo porque como actores ellos son de una escuela distinta a la mía quizás donde en su escuela de teatro el actor tenía que obedecer al director de manera absoluta. Casi como si fuera un oráculo y yo tuve que hacer un esfuerzo para desmitificar el lugar de director y decirles: “no chicos, no esperen nada o sea vamos a trabajar juntos”. Soy un par no solo porque soy actor sino porque considero de la dirección como algo que va apareciendo en la medida que también los actores van ofreciendo y yo voy devolviendo. Es un partido de los dos, no esperen que yo venga de mi casa con algo resuelto, con algo armado”, contó Díaz que como actor encarna la comedia “Antígona en el baño” junto a Verónica Llinás y Dario Lopilato.
“Entonces ahí todos bajamos las defensas y de todas maneras son actores, que como son dos Alfa Romeo, cualquier cosa que uno le dice al instante lo están aplicando”, expresó ante la pregunta si semejantes actores, que además ofician de directores como Brandoni, son permeables a dejarse dirigir. “Así que un proyecto que empezó con mucho temor de mi parte, con una inseguridad previa de no saber si lo podré llevar adelante porque ellos son lo que son, fue maravilloso. Y dándome cuenta que eso que ya me ha pasado otras veces en la vida, que todo eso que se comenta, después a la hora del partido como dicen los futbolistas, cuando se juega el partido, todo se juega en la cancha. Ahí te das cuenta con que huelles harás y en general yo me he llevado una sorpresa para bien. En este caso ni hablar, es como que he incorporado dos amistades nuevas a la vida”, reveló en el ciclo de los jueves a las 15 por Conexión Abierta.
-No me gustó el desplante que le hicieron en los Martín Fierro de Cine los propios actores por no pertenecer al mismo signo político, ¿por qué está tan marcada la grieta entre los pares?, preguntó @karim.gonzalez.periodista.
-Fue feo la verdad y no había forma de no mirarlo. Yo creo que de todas maneras no me sorprendió que pasara. Pero siento que tiene bastante que ver con lo que fue el tránsito natural, lamentablemente, de este año respecto a lo que ha venido garpando por decirlo de alguna manera, de generar con una fractura expuesta de todo. Cuanta más sangre corra parece que se vuelve más atrapante. Hay una especie de morbo alrededor de esas situaciones extremas que garpan y por eso digo que no me pareció sorprendente. Me parece que replicó lo que sucede en otras áreas por fuera de la cultura Todo el tiempo están sonando los campanazos para un lado y para el otro y uno bueno está ahí como mirando ese partido a veces un poco atontado por lo que pasa y a veces más dolido, a veces a menos dolido, a veces más anestesiado. A veces menos duele más a veces menos.
“Se viene alimentando también desde hace un tiempo y me parece que ahí es donde de alguna manera explotó esa especie de grano que se viene armando”, disparó luego el actor. "Insisto que da cierto rédito, que está bueno que las cosas se viralicen y de última quizás sí el hecho de que drenen algunas cosas, nos produce a todos, a la vuelta de la esquina y en los años que vengan por delante, una especie de sanidad. La metáfora del grano es horrible, pero creo que después de reventarlo cicatriza y se cura. Esperemos estar en ese proceso”, señaló Héctor en Sola en los Bares, donde también reveló detalles de su historia de amor con la actriz Maida Andrenacci, con quien tiene una hija de 5 años.