Manu Viale, en una entrevista reciente con Infobae, compartió cómo es vivir con epilepsia, una condición que la acompaña desde los 13 años.
La actriz recordó cómo comenzaron los primeros síntomas mientras leía en voz alta en el colegio. “A los 13 años empecé con ausencias en el colegio. Me gustaba leer en voz alta, y leyendo El caballero de la armadura oxidada, tenía ausencias: como que me iba y volvía”, confesó. Sin darse cuenta en un principio de lo que ocurría, explicó: “Me daba cuenta cuando volvía porque mis amigos empezaban con ‘¡Ay, Manuela!’. Arrancó como un chiste, hasta que empezó a ser más recurrente. Ahí consultamos a un neurólogo, me hicieron varios estudios, y empecé a tomar medicación”.
A pesar de seguir el tratamiento indicado, la dependencia de la medicación fue un desafío emocional para Manu en su adolescencia. “Me molestaba depender de una medicación. Me enojaba. Pero a la vez tenía una vida re normal. Un montón de personas dependen de una medicación, pero bueno, es muy difícil ponerte en el lugar del otro”, reflexionó.
La actriz también relató que tuvo un período de 12 años sin convulsiones, pero que experimentó un retroceso al cambiar de medicación. “Cuando cambié la medicación, Conrado me avisó que podía convulsionar, entre que dejaba una e incorporaba la otra, porque la dosis varía para cada persona. Entonces, en ese cambio, tuve convulsiones”, recordó.
Hoy en día, Manu asegura que lleva una vida normal, aunque con ciertos cuidados necesarios. “Lo que debo hacer es tomar la medicación. No puedo joder con el sueño: tengo que dormir 7 u 8 horas por día, sino mi cuerpo queda resacoso, como muy cansado. El sueño es muy importante en una persona con epilepsia”, explicó. Además, reveló que hace 11 meses que no convulsiona y que está trabajando en su bienestar mental para evitar situaciones de estrés extremo. “Cada vez que convulsiono para mí es algo de mi cabeza, de llegar colapsada, pasada de trabajo, y cuando relajo, ¡púmbate! Entonces estoy tratando de organizarme bien para no colapsar”, concluyó.