Instalado en Carlos Paz, donde protagoniza Los mosqueteros del rey, en el Teatro Candilejas 1 de la villa serrana, Nicolás Cabré (43) está disfrutando a full de la temporada de verano. En diálogo con Pronto, confió. "Estoy feliz con esta temporada. Disfruto de Córdoba y me sorprendió para bien Carlos Paz. Es mi segunda vez acá: la primera fue con la obra El quilombero, era todo nuevo en ese momento para mí y la pasé divino. Por eso, cuando me dijeron de volver a Córdoba dije que sí".
"Me sirve para correr, estoy tranquilo, en un lugar lindo, disfrutando. Somos privilegiados de poder trabajar de lo que amamos y encima poder decir que nos va bien. No me puedo quejar de nada. Venimos de hacerla en Buenos Aires en el Teatro Astral y ahora la adaptamos para Carlos Paz en una parte. Hay una palmadita para la villa que, por otro lado, es lógica porque la obra lo pedía. Disfruto mucho de Jorge Suárez, de Nico Scarpino y de tenerlo a Fredy Villarreal. Somos cuatro personas completamente diferentes y nos llevamos muy bien. Todo es un placer", agregó el actor, quien es papá de Rufina (10), fruto de su relación con la China Suárez.
¿Qué significa Rufina en su vida? Cabré lo contó así. "Todo. Es lo único que me importa. Tiene diez años y es todo en mi vida. Si ella está bien, todo está bien. No hay nada que me importe más que su bienestar y su sonrisa. Realmente no me importa otra cosa".
-¿Sos el papá que imaginabas?
-No me imaginaba. Siempre quise ser papá y de una nena. Rufi me enseña todos los días lo que es ser papá. Ya lo he dicho muchas veces: ella me enseñó a sonreír. Siempre está ahí para enseñarme algo. Es muy compañera, es ideal porque me acompaña a todos lados y yo a ella. Nos reímos, jugamos, la pasamos bien juntos. Rufi es el amor de mi vida. Y disfruto mucho de su compañía. Siempre estuvimos juntos, nunca tuve niñera. Éramos y somos ella y yo. Mi vieja vive lejos y siempre estuvimos juntos con Rufi. Ella es ideal para eso: tenía tres años, venía al teatro conmigo y pedía que hicieran silencio porque había arrancado la obra. Es mi compañerita y mi todo.
-¿Cuántas veces vio Los mosqueteros del rey?
-Miles, ya está podrida, ¡la sabe de memoria! Incluso venía a los ensayos y para mí ella es referente: la voy mirando y cuando se ríe sé que es por ahí. Incluso cuando montamos Tom, Dick y Harry ella fue mi termómetro para ir sondeando la obra. Me sirve ver lo que ella ve. Quizás está mirando para otro lado pero después viene y te comenta algo que pasó. Está pendiente de todo, mira, escucha, presta atención. Es un buen termómetro.
-¿La ves parecida a vos?
-Depende. Es una personita muy singular, muy ella. A veces, nos preguntamos con La China: “¿A quién se parece? ¿A quién salió?”. Creo que tiene cosas de los dos pero no hay algo que diga: “Esto es muy Cabré”. Físicamente la veo de pronto parecida a mí y de a ratos parecida a la mamá. La veo venir y parece La China chiquitita pero otras veces la veo y digo: “Uy, somos iguales”. No le encuentro un rasgo puntual como para decir que es mi calco. Es raro, tiene cosas de los dos y de ninguno a la vez.
-¿Y en la personalidad?
-Seguramente tenga cosas mías pero me cuesta verlas. Tenemos un humor medio parecido. A veces, me sorprende con cómo dice o hace cosas y ahí digo: “A esto lo mamó de mí”.
-De afuera parecés serio y de poner distancia. ¿Ella es así?
-No, es todo lo contrario. Yo soy más tímido y ella es muy sociable. Ahí se parece más a La China. Tiene un poquito de todo.
Por Nico Peralta // Fotos: Luis Varela.
La entrevista completa con Nicolás Cabré está en la edición digital de enero de revista Pronto, se puede descargar y leer de manera gratuita haciendo click en este link