Hace más de 22 años que Gustavo Yankelevich y Rossella della Giovampaola se encuentran completamente enamorados. El amor los invadió luego de dos importantes relaciones para su vida y hasta el día de hoy se encuentra latente.
El productor venía de una larga relación con Cris Morena, mientras que la modelo había pasado por los brazos de Jorge Garfunkel, un banquero y empresario. Sin embargo, con ambas relaciones culminadas se dieron el gusto de conocerse poco a poco.
"Todo el mundo tenía un candidato para presentarme y para mí era un bodrio. No tenía idea de quién era Gustavo porque no prendía la tele, y si lo hacía, solo miraba dibujitos. Ni una foto vi", relató Rossella della Giovampaola, en diálogo con La Nación, sobre el nulo conocimiento de Gustavo Yankelevich y su vida en los medios.
Teniendo en cuenta que la modelo quedó viuda, lanzarse nuevamente al amor era todo un desafío, aunque encontró la contención para hacerlo: "La familia de Jorge y mi cuñado me apoyaron muchísimo. Después de dos años quise volver (a Italia). Mi padre también estaba solo. Un mes antes de hacer las valijas, lo conocí a Gustavo (Yankelevich) ¡y ya no me pude ir!".
Fue así como comenzaron las citas entre Gustavo Yankelevich y Rossella della Giovampaola: "Cuando mi hermana, que lo conocía, se enteró de que no tenía novia, armó una cena con él y Gino Renni, un amigo de los dos, con el claro propósito del enganche”. Para ese momento, el productor ya tenía en claro su deseo de estar en pareja con ella: “Gustavo ya sabía todo de mi vida y obra, y creo que por eso estaba tan histérico. Lo primero que me dijo fue: 'Soy corto, bastante tímido y hasta antipático'. Pero esa noche, no paró de hablar ni de reírse. Pensé: 'Qué esfuerzo. Debe ser piola e inteligente'".
Además, para poner en contexto lo poco que ella sabía, contó: "A la semana me invitó a cenar, y me dijo: 'Vamos a ir a un restaurante en Martínez, medio aislado, así nadie nos molesta'. Y yo pensé: 'Dale, ¿tan importante sos?'. La verdad es que no conocía mucho al personaje que estaba del otro lado de la mesa ni de su repercusión en la Argentina".
"Nos sentamos al fondo, cerca de un ventanal. Estábamos comiendo, de repente levanté la mirada y había dos fotógrafos en la ventana. Gustavo se puso blanco. Fue una salida medio shockeante, pero me hizo gracia porque él pensó que había hecho todo perfecto. Al día siguiente me volvió a llamar y seguimos saliendo", reveló sobre el inicio de este romance.
Pero el gesto de Gustavo Yankelevich que más enamoró a Rossella della Giovampaola fue el que tuvo cuando le tocó partir a Europa: "Me estaba yendo a Italia, él me acompañó al aeropuerto y me dijo que si hubiera tenido el pasaporte se subía al avión conmigo. A la semana, viajó a verme. ¡Sacó toda la artillería! Era imposible no derretirse".