“Estoy donde quiero estar, haciendo lo que más me gusta y contento con la respuesta de la gente”, se sinceró Miguel Del Sel (66), quien está instalado en Carlos Paz junto al Chino Volpato, con quien encabeza el espectáculo Miguel y Chino en banda, en el Teatro Holiday de la villa serrana.
En diálogo exclusivo con Pronto, Del Sel habló de todo y se detuvo en ahondar sobre su vínculo con Dady Brieva, el tercer Midachi que misteriosamente no forma parte del espectáculo. "¿Si el nombre del show es un palito a Dady Brieva? Es un juego con doble sentido, sí, como que Dady nos dejó en banda. Y a la vez tenemos banda en vivo, con lo cual la gente puede interpretar lo que quiera", sostuvo Miguel.
-En la obra le tiran palitos a Dady.
-Toda la vida nos hemos jodido y boludeado con Dady. Y en el escenario en los shows de Midachi también. Desde la pelea de la Tota y la Pochola hasta las cargadas de que yo había sido embajador o cuando casi fui gobernador y Dady me pegaba unas gastadas tremendas en el escenario. Siempre nos jodemos entre nosotros y con él está todo bárbaro.
-¿No se quebró la relación?
-No. Podés ser de cualquier religión o de cualquier partido político pero acá hay una amistad de 40 años, de trabajo, de ruta, de viajes, de familia y de convivir. No es fácil estar 40 años arriba de un escenario y está todo bien. Después, lo que piensa y dice cada uno se lo tiene que bancar.
-¿De verdad no afectó en la amistad estar tan en los extremos del pensamiento político?
-No, nada. Eso lo puede tener la gente, que puede ser de un partido o de otro. O pensar más afín o más lejano a nosotros pero entre nosotros no. Te juro que está todo bien. ¿Por qué me tendría que pelear?
-Mucha gente perdió amigos por la intolerancia.
-No, no. Y te digo más: nunca previo a una función o en una gira hemos tocado el tema político. Tenés que salir contento al escenario y estar bien, entonces jamás discutimos sobre eso. Sí pelotudeamos y nos reímos porque la energía es importantísima. Hacer reír no es fácil. Más allá de que para nosotros es algo natural y aprendimos el oficio en estos 40 años, para actuar tenés que estar bien de la cabeza y físicamente. La pandemia nos afectó a todos y sabíamos que la muerte estaba a la vuelta de la esquina. Uno estornudaba y al otro día lo internaban. No fue sencillo pero fue pasando el tiempo, se fue acomodando todo, quisimos volver a trabajar los tres pero, te repito, Dady no podía porque estaba con otros proyectos y nos vinimos con el Chino a hacer este espectáculo.
Por Nico Peralta // Fotos: Luis Varela.
La entrevista completa con Miguel Del Sel está en la edición digital de enero de revista Pronto, se puede descargar y leer de manera gratuita haciendo click en este link