Desde que se convirtió en papá de Rufina, hace ya diez años, Nicolás Cabré tuvo un radical cambio en su vida. "Mi hija me enseñó a sonreir", confió a Pronto hace unos días el actor desde Carlos Paz, donde encabeza la comedia Los mosqueteros del rey, en el Teatro Candilejas de la villa serrana.
Durante el verano, la niña estuvo yendo seguido a visitarlo y se repartió unos días con su papá en las sierras y otros con su mamá, La China Suárez, en la playa y en la ciudad. Respecto a quién se parece más Rufina, si a su papá o a su mamá, Cabré fue tajante.
-¿La ves parecida a vos?
-Depende. Es una personita muy singular, muy ella. A veces, nos preguntamos con La China: “¿A quién se parece? ¿A quién salió?”. Creo que tiene cosas de los dos pero no hay algo que diga: “Esto es muy Cabré”. Físicamente la veo de pronto parecida a mí y de a ratos parecida a la mamá. La veo venir y parece La China chiquitita pero otras veces la veo y digo: “Uy, somos iguales”. No le encuentro un rasgo puntual como para decir que es mi calco. Es raro, tiene cosas de los dos y de ninguno a la vez.
-¿Y en la personalidad?
-Seguramente tenga cosas mías pero me cuesta verlas. Tenemos un humor medio parecido. A veces, me sorprende con cómo dice o hace cosas y ahí digo: “A esto lo mamó de mí”.
-De afuera parecés serio y de poner distancia. ¿Ella es así?
-No, es todo lo contrario. Yo soy más tímido y ella es muy sociable. Ahí se parece más a La China. Tiene un poquito de todo.
Por Nico Peralta // Fotos: Luis Varela.
La entrevista completa con Nicolás Cabré está en la edición digital de enero de revista Pronto, se puede descargar y leer de manera gratuita haciendo click en este link