En una etapa diferente de su vida, en la que no está en televisión pero sí en teatro, Julián Weich asegura estar disfrutando de subirse cada noche a las tablas del Teatro Regina para actuar en Velorio a la carta. "Me costó tomar la decisión porque más allá del desafío artístico, está la vida de uno con sus horarios, la familia y todo lo que se modifica cuando uno acepta hacer teatro. Lo fuerte fue que leí la obra y sentí que quería formar parte. Me divirtió y dije que sí sin saber el elenco. Recién supe con quiénes iba a trabajar cuando se armó el grupo de WhatsApp. A algunos los conocía por nombre y a otros por la foto que vi en sus WhatsApp", contó a Pronto.
En un mano a mano con el periodista Nico Peralta, el conductor y actor habló de todo y sorprendió al contar qué lo enoja. Sin rodeos, Weich respondió: "La mentira. Me saca de quicio la mentira. Prefiero la más cruda de las verdades o el omitir. No me digas nada, pero no me mientas o digas cosas que no dije. Tampoco supongas cosas que no son. Me pone mal, me enoja mucho la mentira. Así sea sin querer o adrede. Porque hay gente que miente por esa cosa de ´total no pasa nada´ mientras que hay otros que mienten con ganas, con intención. Las dos me molestan".
Y continuó: "Porque la gente siempre se cree todo. Te preguntan: “¿Es verdad que te llevó un ovni a pasear un mes y te trajo? Escuché que alguien lo dijo…”. ¡No, es mentira! No, no, no. La vida real tiene tantas cosas lindas, que no hace falta mentir para tener una vida bonita. Lo único que hace falta es vivir la realidad y hacerse dueño de su vida. Cuando lográs hacerte dueño de tu vida, sos feliz sí o sí. El tema es que hay gente a la que le cuesta hacerse dueño de su vida y prefiere una vida imaginaria, que es la del Instagram, el Facebook y la apariencia. Esa es la no realidad".
Respecto al uso de las redes sociales, Julián contó: "Las uso, claro. No sé si tengo muchos o pocos seguidores pero sí te puedo decir que son reales. Y que ninguno está atrás de Superman sino de un tipo que trabaja en la tele y que trata de hacer las cosas lo mejor posible. A mis redes les doy bola y las uso para promocionar campañas de bien. No insulto, no peleo, no contesto agresiones. Es más, cuando me insultan porque sí, le mando un corazoncito y le respondo: ´Yo te quiero igual´. Desactivo cualquier potencial situación agresiva porque no tiene ningún sentido".
"Para mí, putear en las redes es como hablarle a la tele. Antes, cuando no había redes sociales, la gente le hablaba a la tele: ´Mirá lo que hace, mirá lo que dijo, mirá qué bueno, mirá qué feo, mirá que malo´. Ahora lo puede escribir. Entonces, no cuenta que alguien te escriba una crítica negativa y que te pongas a discutir lo que quiso decir o no. La gente es vaga y lee mal o lee la mitad pero no sabe lo que quisiste decir. De todos modos, igual te corrige. Hay mucha malversación de dichos", cerró.