Casado desde hace casi dos años con Elba Marcovecchio, Jorge Lanata supo tener varios amores en su vida, donde nacieron sus dos hijas. Sin embargo, el periodista tuvo un amor muy importante más que recordado como uno de los matrimonios más cortos de la historia del mundo del espectáculo argentino.
Es que luego de separarse de Andre Rodriguez, su primera esposa y con quien tuvo a su hija Bárbara, el periodista conoció a la actriz Silvina Chediek con quien se casó a los pocos meses de haberse conocido. Sin embargo, a los seis meses de haber dado el “Sí” frente al altar, decidieron separarse.
Ahora la actriz habló en una entrevista en La Nación y habló de su ex pareja. Entre las respuestas, la actriz reveló si le molesta que muchos hablen de lo corta que fue su relación con Jorge Lanata.
“No, no me molesta para nada. Hay gente que estira vínculos que ya saben que no van a andar y se quedan juntos un par de años, eso da menos para hablar a los demás; en este caso fueron cinco meses”, respondió la periodista.
“El paso del tiempo hace que lo recuerde sonriendo, no tengo ningún tipo de rencor. Solté eso hace mucho tiempo, pero me hace gracia que treinta y tres años más tarde aún haya un eco”, agregó ella, quien admite que sigue siendo consultada por su matrimonio con Jorge Lanata.
“Me preguntan hasta los taxistas. Nunca hablo de política, pero si alguna vez digo algo en Twitter, que alguien pueda entender que tiene resonancia política, me tiran con eso por la cabeza”, explicó antes de aclarar: “Jamás contesto. Para mí es como agarrar una Radiolandia amarillenta”.
Sobre sí volvió a ver al periodista, la actriz aclaró: “A los dos años, que es el plazo mínimo que te dan para separarte, nos vimos para hacer el trámite y nos reímos”. Además, no tiene problema de esuccharlo en la televisión o en la radio: “Si hay un tema que me interesa, sí. Si subo a un taxi y lo están escuchando no pido que cambien de programa”
“Si me lo cruzo no tengo ningún problema, no pasa nada”, asegura antes de agregar: “No di notas cuando me separé de Jorge (Lanata), ni cuando enviudé. No me interesa ponerme en modelo de nada. Si la gente se inspira sola con lo que ve en mí, es una cosa, pero yo no me voy a poner en el ejemplo de la resiliencia. Lo mismo sucede con la educación de un hijo, es preferible que aprenda por lo que ve que hacen sus padres y no por lo que declaman”.