Es una de las actrices más reconocidas de su generación y actualmente trabaja en la calle Corrientes en Brujas, le emblemática pieza que debutó en los 90 en Mar del Plata y que tiene una vigencia de 34 años en cartel. Nora Cárpena comparte las tablas del Multitabarís con Moria Casán, María Lean, Graciela Dufau y Luisa Kuliok.
Espléndida a los 79 años, se la nota vital y siempre coqueta. Pero ella, asegura, no quiere cumplir más años. El tema salió en una charla con el periodista Nico Peralta, quien le consultó por la competencia con sus colegas y el ego de las actrices en una obra de cinco mujeres.
Al respecto, Cárpena contó: "Creo que cada una tiene su momento en la obra. Somos mujeres grandes y, además, gente inteligente. Nos interesa hacer la obra y cada una tiene su lucimiento. Tengo mi momento de lucimiento que no me lo opaca nadie. Mis amigas se quedan mudas cuando me toca el monólogo y lo mismo con el resto de mis compañeras. Cuando es el momento de cada una, todas bajan la cabeza y respetan la situación, miran y siguen la acción sin hacer una pequeña mueca".
Y agregó: "Es como un pase de toreros: uno le extiende la capa para que ese se luzca. Y las otras cuatro le extendemos la capa a la que está en ese momento manejando la escena. Y después están las escenas de conjunto, donde todas opinamos y hablamos, con nuestros bocadillos. La obra ha ido mutando y de la mitad en adelante, hablamos de temas más actuales y nos reímos de nosotras mismas. Una cosa era Brujas cuando teníamos 40 años y otra cosa es ahora, que algunas ya tienen 80 y a mí me falta muy poquito".
-¿Cómo te llevás con tu edad?
-No me gusta. A mí me gusta ser joven, ¿qué querés que te diga? El que te diga que le gusta la vejez, te miente o es un tonto. Adoro la juventud y me gustaría ser joven y volver a tener 40 años. Pero no puede ser, entonces trato de vivir lo mejor que puedo mis setenta y pico largos.
-Estás espléndida, Nora.
-Claro y antes era espléndida. Ahora estoy, antes lo era. Esa es la diferencia. Una cosa es estar y otra cosa es ser. Me cuido todo lo que puedo. Tengo una muy buena cosmetóloga, que se llama Mabel Tamaric y la nombro porque es una genia. Durante muchos años me atendió la madre, que ya no está más y ahora estoy en manos de su hija. Soy una mujer que no fuma ni toma alcohol. Como de todo: carne, pescado, verduras, frutas. Como de todo.
-¿Te cocinás?
-Sí, cuando no tengo más remedio me cocino. Ahora no puedo porque me operé la mano derecha de una artrosis en la muñeca. Aproveché el receso de diciembre en Brujas para irme 20 días a España de vacaciones y cuando volví, me operé la muñeca. Como estuve con yeso, no me podía cocinar. Así que compraba la comida hecha y una señora, Elsa, me ayuda con las cosas de la casa. No soy una persona que se preocupa mucho por la comida. En un restaurante, me encanta hacerme la gourmet y probar platos ricos pero en mi casa, me da lo mismo comer un bife con ensalada o una merluza frita. No me desespera y no soy postrera. No me matan los dulces y aunque no me lo creas, nunca en la vida probé el dulce de leche.