Hernán Piquín estaba viviendo en España cuando le llegó un llamado de Gustavo Yankelevich, en el que le ofrecía hacer un espectáculo en Buenos Aires. Sin dudarlo, el bailarín comenzó a gestarlo y hoy presenta con orgullo en el Teatro Apolo El último tango, de miércoles a domingos por los próximos dos meses.
En Granada, Piquín estaba viviendo en la casa que compartió con quien fuera su pareja de los últimos años, Agustín Barajas, de quien se separó. Y en charla con el periodista Nico Peralta para Pronto, el artista dio los motivos por los cuales tomó la decisión de dar por finalizada su relación amorosa.
"¿Desarmaste tu casa de España para venirte a Buenos Aires?", consultó Peralta y Piquín contestó: "No, allá no la desarmo. En Granada queda la casa tal cual. Aparte está mi ex allá, Agustín (Barajas), y se queda en la casa. La relación con Agustín se terminó en junio, cuando llegué a España porque los tiempos, la distancia y las edades nos afectaron. Hay un montón de factores que jugaron en contra y se terminó.
-¿Cómo se dio la separación?
-Llegué a España el 24 de junio pasado y ahí nos separamos con Agustín. Nos sentamos, nos pusimos a hablar y era entendible su planteo porque yo paso muchos meses en la Argentina y también de gira pero él no puede viajar conmigo porque está con sus giras en España. Cuando llegué allá, intenté estar todos los días con él y quizás eso también lo cansó. Yo qué sé. Fueron varias cosas.
-¿Cómo lo sobrellevaste?
-Obviamente que fue duro pero con el tiempo uno reflexiona y se da cuenta. Al principio, no lo podés aceptar y decís: “No puede ser, ¿por qué? Si estábamos bien y qué pasó”. Creo que fuimos muy adultos cuando nos sentamos, hablamos y coincidimos. “No te puedo atar a mí cuando hoy me llaman de acá, mañana de allá”, le dije. Soy un tipo muy nómade y si no hubiese estado con Agustín cuando me fui a España, me hubiese vuelto a hacer el Bailando. No tengo un lugar fijo: desde los 16 años que vivo afuera y siempre fue así. A los 16 en Londres, a los 17 en París, a los 18 volví, a los 19 me fui a San Francisco por cinco años, luego me mudé a Italia tres años, después estuve cinco años en España. Irme no me es un problema. Al contrario, es normal y quizás para otra persona eso no le genera una estabilidad.
-Tenés 50 años. ¿Eso de no asentarte con una pareja en un lugar y formar una familia no te genera inestabilidad a vos?
-A ver, creo que no pasa por ahí el estar estable con una pareja. Puedo estar estable con alguien y a la vez vivir viajando porque ese es mi modo de vida. Imaginate que al bailar con Julio Bocca, estábamos 15 días nomás en la Argentina. El resto, estábamos afuera todo el año. Para mí, eso es normal y quizás para otra persona no. Puedo tener una pareja así. Y no porque tenga una pareja en ese marco me desestabilizo. No, al contrario. Si te puedo acompañar, te acompaño y obviamente haría todo lo posible para poder acompañarte y estar más cerca tuyo. Pero se ve que a otras personas sí les afecta y de hecho fue un poco lo que nos sucedió con Agustín.
-¿Y él se quedó viviendo en la casa de Granada ahora?
-Claro. Cuando yo estuve allá Agustín se fue de la casa y yo viví ahí. Y ahora que me vine para Buenos Aires, él está en la casa. El se va, hace giras, vuelve. Lo importante es que nos hablamos una vez a la semana y entre nosotros quedó todo bien. Recontra madura la separación. Aparte su familia es divina y son todos muy nobles.
La entrevista completa con Hernán Piquín está en la edición digital de abril de revista Pronto, se puede descargar y leer de manera gratuita haciendo click en este link