Felipe Fort sorprendió con un mensaje cargado de emotividad, en el que quedó reflejado cómo es su presente, donde muchas veces las cuestiones económicas no logran tapar angustias. La realidad marca que, junto con su hermana Marta Fort, cuando cumplieron 18 años fueron tapados por una ola de responsabilidades.
En el medio, la muerte de su padre, Ricardo Fort, a quien siempre recuerda, la de Gustavo Martínez, el tutor de ellos hasta su fallecimiento, semanas antes de que ellos cumplieran la mayoría de edad, pesa. Además, el peso propio del apellido, de pertenecer, de ser exitoso.
“Quisiera ser tan feliz como cuando era chico. Que mi cerebro me diera un descanso y poder parar de sobrepensar. Desearía que mis expectativas y deseos no fueran tan altos para poder concentrarme en lo que realmente importa”, comenzó.
A continuación, en el posteo en Instagram, dejó sobrevolando que extraña al Comandante. “A veces no me quedo quieto, solo para distraerme y no pensar de más. Ya que si lo hago todo lo relaciono con él, si logro algo, no lo voy a poder compartir. Por el contrario, si no lo logro, no le puedo pedir ayuda, consejos o simplemente un abrazo”, indicó.
Y cerró: “Aún así sigo adelante, porque llegar a cumplir mis objetivos y compartir con la gente que quiero es lo que me mantiene en el camino”.