1. De tus papás Raúl Krum, comerciante y tu mamá Teresita O Donnell, docente de chicos con capacidades diferentes heredaste…
De los padres es inevitable heredar, no solamente en lo genético estético, yo ahí no me reconozco tanto a ninguno, pero sí tengo muchas otras herencias, algunas indecibles. Fundamentalmente de mi madre heredé como una apariencia frágil, contrastado con una gran fuerza interior y una salud que se sobrepone a todo, aun cuando pareciera que no, un estímulo vital muy muy potente. De mi padre, cosas que van apareciendo con el tiempo porque cuando sos joven casi no las reconocés pero que a mi edad están instaladísimas y es muy fácil verlas. Algunas siguen apareciendo. A mí me cuesta un montón lo social, la verdad que es un gusto para mí quedarme en mi casa y hacer planes pequeños, guardados con mi hija, íntimos, con mi novio. Y a mi papá le costaba también muchísimo, pero contrastaba mucho ver como una vez que hacía el esfuerzo y salía se lo veía disfrutar.
Hace poco fui a un estreno al que no tenía previsto ir porque me daba angustia pensar en el esfuerzo que iba a significar, el encuentro con tanta gente, saludar, pero una vez que estuve ahí fue hermoso. Lo disfruté, me encontré con gente adorada, con gente querida de esos amores que se van tejiendo con el tiempo y que se guardan en el corazón y encontrarse con esa gente, la verdad que es siempre hermoso. Esas dos cuestiones son herencias parentales.
2. Cuando eras chica solías mostrar tus dotes de bailarina…
Solía ver programas de ballet y me imaginaba ahí. Me acuerdo mucho de esa sensación. Después iba a la verdulería o a la carnicería y les hacía como un show a todos. Era una gracia. Nadie me tomaba en serio pero ya había un gen que estaba creciendo. Después estudié muchos años danza y creo que es una de las artes más completas que sigo admirando. Sigo un montón de cuentas dedicadas al ballet y disfruto mucho como espectadora. Admiro mucho a los bailarines y su arte.
3. Buscando la independencia económica trabajaste…
En la sección lencería de un supermercado. Era hija mujer y la mayor de tres hermanos varones y desde muy chica sentí la necesidad de aparte de estudiar, trabajar y tener mi propio dinero. Entonces hacía mucha fuerza para lograr mi independencia. A los 14 años trabajé por primera vez en ese supermercado y gané mi primer sueldo. Necesitaba por supuesto el permiso de mis padres para poder hacerlo. Recuerdo que muchas clientas me decían, ‘ay pero no dejes de estudiar’.
4. Tu paso como estudiante de Psicología en la UBA…
Había empezado mis estudios de bailarina pero tuve una lesión y comencé a estudiar teatro, algo que había deseado durante mucho tiempo. A la par trabajaba en un local como moza y estudiaba psicología. Me encantaba estudiarla era bastante traga. Pero después entré Drácula y con la exigencia horaria y de todo tipo, fue imposible de compatibilizar. Así que en un momento la dejé. Pero es un tema que me sigue apasionando y siempre digo que me gustaría volver a estudiar, aunque cuando estoy trabajando entre ser madre y otras cosas, no sé cuándo lo haría, pero me gustaría poner mi cabeza en funcionamiento también de otra manera.
5. A los 17 años te sentías desorientada y una charla con Lorenzo Quinteros…
En ese momento tenía a mi primer novio que se llamaba Julián. Fue un noviazgo largo de los 15 a los 20. Y a él no le gustaba mucho que yo hiciera teatro y se me armaba un poco de lío con eso. En un momento abandoné las clases y Lorenzo llamó a la casa de mis padres y nos juntábamos y tuvimos una charla muy reveladora para mí. Fue muy generoso conmigo porque son esas cosas que son hitos en la vida de uno, es un antes y un después. Yo ese día decidí que nunca más me iba a apartar de la actuación.
6. Aunque sabías bailar y actuar pero no cantar llegaste a las pruebas del musical Drácula…
Era bailarina, había estudiado teatro y hecho algunas cosas como actriz y decidí acompañar a un amigo, a Luis, un amigo Luis Mango, a unas pruebas para una comedia musical. Yo no era espectadora de la comedia musical y un productor, Guillermo Antonini, que después fue amigo mío, me vio y me dijo que hiciera la prueba. Le contesté que yo no cantaba pero me sugirió que la hiciera igual. Entré a hacer las pruebas sin ningún tipo de peso ni de exigencia. Entré a jugar a un mundo absolutamente desconocido. Sabía que era afinada a veces cantaba con un novio que era músico pero ni siquiera sabía si cantaba bien, mal, no tenía ni idea. Y de pronto me encontré cantando canciones exigidísimas de registro y compartiendo ese espacio con gente súper entrenada, cantantes que tenían miles de técnicas para llegar a notas altísimas o bajísimas. De manera mágica, sorpresiva, Pepe Cibrián puso su mirada en mí y finalmente quedé como protagonista para ser el personaje de Lucy, que es un personaje precioso que estará por siempre en todo, en mi recuerdo, en mi vida, en mi corazón.
7. El secreto para mantener un perfil bajísimo luego de haber protagonizado sucesos como 099 Central y Montecristo es…
Algo que fui descubriendo, tiene que ver con la maduración y con ver donde uno se siente cómoda. Yo al principio hacía todo lo que me decían, me decían tenés que ir acá, iba, tenés que hacer esta nota, la hacía, tenés que ponerte esto, me lo ponía, tenés que salir ahora, todo. Creía que el no no existía cuando querías acceder a un espacio, un lugar en la profesión. Estoy hablando de notas y no estoy hablando de otra cosa, ni de decir que no a cosas mucho más serias sino bueno. Hacía lo que creía que correspondía, que había que hacer, que eran las notas que había que hacer y ponerse la ropa que había que ponerse. Y con el tiempo fui descubriendo que uno podía elegir más o menos en dónde aparecer, en dónde no, qué decir, qué guardarse, resguardar a quienes. Se va complicando porque uno, bueno, está expuesto y habla de su vida, pero esa vida tiene un montón de implicancias y de gente que te rodea y gente que te importa y a la que tenés que cuidar. Y lo que decís no siempre se expresa de la misma manera en la que uno desea o quisiera o uno lo ha expresado. Las cosas muchas veces se tergiversan o se recortan o se sacan de contexto y a veces es doloroso.
Para mí ese el tema de la exposición sigue siendo un tema que me ocupa, que me habita, que digo, bueno, ¿cuándo aparecer? Yo, si fuese por mí, así como con lo social, no me gusta hacer notas porque de verdad, honestamente creo, primero que no soy una hábil parlante y aparte porque creo que ¿a quién le importa lo que yo tenga para decir? Que hay gente de verdad que puede ser reveladora con sus palabras o que puede decir cosas realmente importantes y no termino de entender para quién sería importante que yo diga algo y deje de decirlo. Eso es lo que me sigue pasando.
8. En 1996 contaste que no tenías amigos varones porque “todos se me enamoran” ¿Sigue pasando lo mismo?
No recuerdo haber dicho eso y lamento si lo dije pero bueno todo puede ser. Andá a saber cuándo fue eso, capaz que justo había tenido alguna experiencia. Pero no creo para nada eso. Uno recontra puede tener amigos varones. Es súper enriquecedor el encuentro con los demás del género que fuese. Nunca me limitaría de esa manera.
9. Un consejo que te dieron y jamás le repetirías a Eloísa…
No recuerdo un consejo concreto, pero sí entiendo que la sociedad cambió muchísimo gracias a Dios en muchos aspectos, sobre todo en lo que tiene que ver con el feminismo y el lugar de la mujer. Y esta generación está súper enriquecida en ese aspecto. Creo que en ese sentido la brecha generacional es enorme y en todo caso la que tiene que darme consejos a mí es ella, porque a la que hay que reconstruir es a mí, no a ella.
10. Tres cosas de la vida cotidiana que te gustan mucho…
Cuando no tengo un horario temprano para levantarme y me puedo despertar a cualquier hora. Me gusta desayunar tarde y mucho. Me encanta cualquier encuentro con mi hija, compartir espacio, diversión, risas, charlas, música. Cualquier cosa que comparta con ella es fundamental para mi vida, es una inyección de vitalidad y de amor enorme de la vida cotidiana. Y por último para mí es fundamental realizar actividad física porque me hace muy bien a la cabeza.
11. Tres cosas de la vida cotidiana que detestás….
Tener que levantarme muy temprano. Soy muy noctámbula adoro la noche. Levantarme seis y media de la mañana es una pesadilla. También detesto el frío y como el invierno transforma mi cara el invierno. Y otra cosa que detesto entre las muchas cosas que detesto es hacer notas.
12. En tu vida la timidez es…
Algo a vencer permanentemente. Es como algo que tengo que atravesar, como los miedos que si no pegas ese salto, no salís adelante. Siempre fui súper tímida y es algo que acepté, con lo que me amigué también. Es una parte de mí y el escenario es lo que me permite deshacerme de eso.
13. Un personaje o producción que no harías por más que te paguen un millón de dólares…
Nunca me metería en un reality porque no tengo esa personalidad. Me cuesta mucho la exposición, o sea, el trabajo siempre es como más un resguardo, tengo un texto, un director que me va guiando, el escenario que me contiene. Siento admiración profunda por los que pueden convivir en los realitys con semejante nivel de exposición. No hay plata que pueda pagar el estresazo en el que viviría en una situación como esa.
14. Un personaje que harías aunque solo te paguen el pancho y la gasesosa…
la verdad que necesito que me paguen, porque hay que vivir y el trabajo necesito que sea pago. Pero hay personajes que son icónicos, Blanche Dubois por ejemplo, de Un tranvía llamado deseo es un personaje que por ahí haría sin cobrar. Me gustaría que apareciera un gran proyecto y que diga ‘muero por hacer ese personaje’. Cuando aparece un proyecto así sentís que te gana todo y mientras tu representante te dice ‘bueno tenemos que arreglar la plata’ y la verdad te chupa un huevo. Pero eso solo pasa porque te gana lo otro. Dubois podría ser ese personaje.
15. Para moverte por la ciudad elegís…
El subte.
16. Última película/ serie u obra de teatro que viste y te gustó muchísimo….
Con las plataformas es impresionante la cantidad de oferta que hay y de cosas excelentes que uno puede ver. Pero acá tenemos un teatro espectacular y puedo recomendar Suavecita, que es un unipersonal de Camila Peralta, que es una actriz extraordinaria. La súper recomiendo solo para ver lo que es el despliegue de una gran actriz, que además es una gran persona. De series hace poco vi Bebé Reno empecé a verla ingenuamente y la sorpresa que me llevé fue brutal, porque de verdad recorre caminos muy muy sinuosos, imposibles de prever.
17. En Juana y sus hermanas…
Fue una de las primeras cosas que hice en tele. Trabajaba con Lorenzo Quinteros, él hacía del padre de Juana y creo que me llamaron por eso. Lo primero que hice fue un personaje que convivía con todos los personajes de ella que era una recién casada. Recuerdo pasarla genial, un momento de tanto descubrimiento y que todo era una sorpresa y un festejo. Después me volvieron a llamar y yo ya estaba empezando a trabajar un poco más y justo se me complicó con otra grabación. La admiro profundamente a Juana fue un honor haber sido parte de ese programa icónico.
18. Alejandro Romay te llamó para darte el protagónico de Inconquistable corazón y tu respuesta fue…
Que me dolía la panza y que no podía aceptar. Romay me llamó a su oficina y yo como venía del teatro, no tenía previsto protagonizar novelas, no me había imaginado nunca en ese rol. En esa época existía un prejuicio muy grande, si trabajabas en teatro no podías hacerlo en televisión y mucho menos en tiras. Él me respondió que de ninguna manera iba a aceptar mi no. Me fui de esa reunión sabiendo que aceptaría, no por decisión propia, sino por decisión de Romay. Hasta el día de hoy agradezco haber participado en esa novela como también le agradezco a Romay que fue siempre súper generoso en su mirada conmigo y en la de todos los actores.
19. En el 2002 decías “Prefiero, por ejemplo, un rol chiquito en una obra de un autor interesante que protagonizar por el solo hecho de estar en la vidriera” ¿Ratificás o rectificás?
No sé bien qué prefiero, prefiero un contexto, un director, una obra, un rol que sean enriquecedores. Y lo que prefiero es convivir con buena gente, con gente que también me enriquezca desde lo humano, desde lo personal. Prefiero atreverme a cosas, y si es más pequeño, más grande, y si la vidriera es más brutal o más ensimismado todo, no es lo importante.
20. Un talento que pocos te conocen…
No tengo tantos…los que tengo los uso todos y los muestro jajaja. Pero sí soy muy elástica y muy buena escucha.
21. El regalo que te haya dejado un espectador en el camarín o las palabras que te dijeron que más te conmovieron…
Recibo muchos regalos muy preciosos y siempre me produce asombro porque son regalos... Tengo un grupo de gente que sigue mi recorrido, que me acompaña, que los conozco, no son tantos porque sé sus nombres, pero son súper fieles, amorosos y están siempre de mi lado. Los regalos tienen que ver con cosas que saben que me gustan, que necesito. Es muy muy conmovedor y siempre es una sorpresa. Y con respecto a los comentarios, a mí lo que más me conmueve es cuando me cuentan que han atravesado momentos particulares o difíciles de la vida viendo ciertas ficciones y que no se han sentido tan solos o que hay algo que repercutió, que fue a parar en algún lugar, que los conmovió de manera diferente, que modificó... Las historias, los cuentos, el arte pueden modificar de maneras que uno no puede imaginarse, así que eso siempre es una hermosa sorpresa.
22. Estás a full ensayando….
Terapia integral. Es una obra que se está dando en España, de forma muy exitosa. Es un proyecto que dirige Nelson Valente. Los actores son Carola Reina, Carlos Belloso y Juan Leyrado, un grupo hermoso. Es una de las cosas que más me importan en este momento. Hay una armonía, un compañerismo alucinante. Y el cuento es muy divertido, bien para jugar, para que la gente la pase bien. Es una terapia. El que la dirige es un exitoso, digamos, panadero, pero que aplica estas terapias para ir más allá de lo que es hacer un buen pan. Va mucho más allá. Y se encuentra con estos tres alumnos que son muy eclécticos. Cada uno viene de un mundo muy diferente. Y es lo que pasa con estos tres a lo largo de la historia y cómo se va transformando todo. La verdad que es muy divertida. La expectativa mayor es pasarla bien y que la gente la pase muy bien. Llevarme bien con mis compañeros. Ser cómplices, divertirnos. Jugar, jugar y jugar.
23. Que no haya ficción en la tele te genera….
Todo se transformó, ¿no? Sí, la tele de aire no tiene más ficción. Y bueno, es un ejercicio de adaptación muy grande. Entender cómo va la cosa ahora y creo que por eso la mayoría de los actores está haciendo teatro en este momento. Es obvio que no hay espacio para todos, ¿no? Es un momento difícil en ese sentido.
Que no haya ficción en este momento lo que más me produce es una melancolía enorme. Pasé muchos años metida dentro de los canales yendo todos los días y eran como segundos hogares. Y nos conocíamos todos, la técnica, los elencos y los directores. Y llegar a un canal era como llegar a tu casa, a tu hogar, con tu familia. Se generaba algo de mucha intimidad. Me da mucha melancolía ese momento. Donde había tanto, tanto para hacer y tanto espacio para hacer nuestro arte.
24. La joven que a los 19 años protagonizó Drácula le diría a esta actriz…
Creo que hoy no me atrevería tanto así que la abrazaría la felicitaría pora atravesar el riesgo con tanta naturalidad. Le diría que se calme ydisfrute más. Es lo que estoy intentando que suceda cada vez más. No es tan fácil pero ese es mi mayor objetivo: disfrutar de la vida, del trabajo, de la salud, del tesoro del amor. En este momento valoro mucho llegar a mi casa y que esté calentita. Tener mi casa, mi hija, mi pareja y salud es un tesoro precioso.