Viviana Puerta, hace una pausa en su vida para conversar con Pronto sobre su increíble presente actoral. La actriz de grandes éxitos como Chiquititas y Resistiré, se encuentra haciendo la despedida de Madres alrededor del país; una obra inquietante y divertida que duró más de tres años en cartel.
Y mientras que se prepara para desembarcar en calle corrientes con la comedia titulada Jardines Salvajes, que estrena el próximo mes.
Orgullosa de las decisiones que ha tomado durante su recorrido, revela sus experiencias en la mesa redonda del streaming de Pronto, conversando de todo junto a Christian Banett y Sol Mengoni. No te pierdas la entrevista completa del ciclo: Te Veo Pronto.
- Una actriz con una trayectoria impresionante. Trabajaste en tantas tiras; fuiste mamá de Agustina Cherri, besaste a Adrián Suar...
Pero después le daba una cachetada. Esas cosas viste, teníamos 19 años. Es genial.
- Y hoy te lucis en "Madres", una obra que tiene mucho humor pero que toca teclas de la maternidad. Contanos un poco, ¿de qué trata tu personaje?
A mi me llega la propuesta de "Madres", en pandemia. Donde yo me puse a leer obras de teatro soñando en el futuro. Dije bueno, en algún momento vamos a salir adelante y esta es la obra que vamos hacer, y así fue. Lo que me pasó apenas la leí, fue que me empecé a reír a carcajadas, después llegó un momento donde se me caían las lágrimas mal. Pasa eso con Madres, te atraviesa. Porque habla de mi, de mi mamá, de mi hijo, mi hijo, de mis amigas mamás. Entonces es un texto que genera rápidamente identificación en el público. Ya hace 3 años que la estamos haciendo, esta es la despedida definitiva.
- ¿Te costó tener que desromantizar la maternidad?
Si. No es una obviedad lo que voy a decir, pero no es lo mismo el primer hijo, que el segundo, que el tercero... Para mi la romantización esta la previa del primer hijo, donde tenes todo por descubrir, dónde capaz hay algo cultural de: "la maternidad, la buena madre, lo que hay que hacer, el deber ser, lo que te dijo tu mamá, lo que hizo tu abuela", y la realidad. Entonces a mi me pasaba que estaba con un bebé y yo decía, esto no me dijeron que iba a pasar. Yo tenía la teoría, pero la práctica después me dejó patas para arriba.
- Dejaste tu carrera en un momento impresionante, habías hecho un montón de programas importantísimos, ¿nunca te arrepentiste de eso?
No, jamás. Y lo volvería hacer, porque pude hacerlo. Intenté hacer las dos cosas a la vez, sobre todo con Pedro, que yo terminaba una novela y arrancaba otra, y dije listo. Ahí surge hacer Resistiré, me dijeron es un personaje tranqui, pero después Resistiré fue una bomba, explotó, todos los personajes teníamos mucha continuidad. Y mi hijo tenía un año, yo siempre cuento que hay cosas sencillas que te despiertan. Me quedé dormida en un semáforo manejando. estaba por la Avenida Triunvirato, me tocan bocinas y me despierto. Fueron segundos, pero me pegué tal susto que dije esto está mal. Acá tengo que parar, se me encendió un alarma. Yo no dormía. Hay un montón de actrices que han trabajado embarazadas hasta el último día, que llevan a sus hijos al Canal, pero cada cual tiene sus límites. Para mí trabajar es muy importante, me da mucho placer, pero la maternidad también.
- ¿En qué momento decidiste volver y cómo fue ese regreso?
Es que decido volver, hacer alguna que otra cosa y quedo embarazada de vuelta. Y digo ok. Quería ser mamá de vuelta, tuve mis dos embarazos muy deseados, entonces priorice eso. Pero dije no voy a volver a cometer los mismo errores que la primera vez, para eso sirve la experiencia. Cuando Miranda se iba al jardín, y Pedro al cole, yo tenía 8 horas libres. Y volvía a casa y decía, estas horas tengo que aprovecharlas. Cuando uno tiene claro un objetivo creo que hay algo del destino, de lo que uno siempre busca, que aunque te corras vuelve a aparecer.
- ¿En ese tiempo que te corriste los productores qué te decían?
Me decían que pensaban que había ido a vivir a otro país. Y no, yo estaba en casa dando la teta, cambiando pañales, haciendo tortas, que se yo. Me han dicho cosas muy duras, como: bueno, es el precio que hay que pagar por haber sido madre. Ahora están todas estas personas que ocuparon tu lugar. Pero yo creo que no me corrí del camino, en realidad yo creo que hice una pausa y me dedique hacer lo que me gusta hacer, porque me gusta ser mama. Me parece una tarea hermosa.
- ¿Con qué televisión te encontraste cuando volviste y como fuiste transitando ese cambio que se fue dando?
Yo pensé que las cosas las había dejado, donde las había dejado. Encontrarme con la realidad, con tanta gente nueva, joven, que no me conocía y que yo no conocía, fue duro. Habían pasado casi 10 años que me había corrido hasta de lo social. Una amiga una vez me dijo: bueno a veces la maternidad puede ser una trampa. Como que uno queda ahí, atrapado en algo, por eso es muy personal. Pero a mi me gusto quedarme en ese lugar. Pero volver a reisentarme de alguna manera, yo lo sentí mucho más difícil que la primera vez. La primera vez había fluido, yo no había pedido nada y de repente estaba en una novela, protagonizando, con Adrián Suar, Andrea Pietra...
- ¿Cómo habías entrado en ese momento?
Había hecho audiciones, casting. Yo estaba estudiando teatro, y en la escuela nos dijeron que había un casting. Y así fue. Mis papás estaban asustados en aquel momento, porque eran otras épocas y en mi familia no hay artistas. Había muchos prejuicios al respecto. Pero yo en cuarto año les dije, quiero ser actriz. Yo empecé a trabajar muy chiquita, a los 19 años. Mi mamá me tenía que acompañar a todos lados. Después con la devolución de su propio entorno, cuando les decían che la vi a tu hija, me parece que eso los debe haber dejado recalculando. Era otra tele.
- ¿Te pasa que en la calle mucha gente te reconoce pero por ahí algunos no saben cómo te llamas?
Si, bueno. me dicen Viviana Salonia. Como que dicen, alguna de estas es. O no. Se acuerdan mucho del personaje, que eso me parece igual de halagador a que se acuerden de mi nombre. Que me digan Barbarita, Gabi... Cada novela tenía su público. Pero si me tomo un taxi, y el tachero tiene más o menos mi edad, me va a tirar novelas de los 90 y capaz no se acuerda como me llamo, pero se acuerdan de la novela, de qué trataba la historia. Uno se mete en la psiquis de la gente y te recuerdan de alguna manera.
- Ahora también hay chicos que miran esas tiras por Youtube...
Me pasa con Chiquititas, que hay niñas que cuando yo hacía Chiquititas no eran ni un proyecto de vida, que ahora vieron todo en Youtube y se saben todo de los personajes, se saben toda la historia.
- Sos una actriz que logro ingresar a las plataformas, algo que no sucede con muchos actores que han sido muy prestigiosos en el mundo de la ficción...
Yo creo que eso tiene que ver con la suerte. Viste que los actores trabajamos buscando trabajo todo el tiempo. A veces se da y a veces no. Y también tiene que ver con lo que esta buscando el director, y le dio tu fisicturol, y le caíste bien. Digo, porque actrices como yo debe haber un montón, incluso debe haber mejores; más lindas, más simpáticas, o con más prensa. Pero hay algo de los directores, por sobre todo de los directores de El Encargado que son muy cuidadoso con eso, son muy leales al producto que quieren hacer. No buscan un personaje porque tiene 2millones de seguidores en Instagram, buscan un personaje que sea lo más similar a lo que se imaginaron al momento de escribirlo, de concebirlo. A mi eso me hace sentir mucho mejor como actriz, porque digo estoy acá porque quisieron que esté.
- ¿Qué te pasó con el guion de "El Encargado"?
Primero tuve una charla telefónica con Gastón Duprat y me contó un poco de que iba, y ya me pareció una locura total. Guillermo Francella es muy cuidadoso a la hora de elegir lo que va a hacer y esto era muy distinto a todo, a mi me parece un personaje maravilloso el que interpreta, impecable. Y todos los personajes tienen su cosita. Y es un producto donde yo siento que haya un personaje más chiquito que otro. Hay escenas pequeñas que son desopilantes. Creo que todos los que pudimos estar en estas 3 temporadas le tratamos de sacar el jugo y disfrutar. Porque creo que es el mejor producto que hemos visto hasta ahora.
- Guillermo Francella fue muy criticado recientemente por brindar su postura frente a lo que sucede con el ajuste hacia la cultura, ¿cuál es tu mirada?
Mira, pensé mucho en eso. porque a mi no me gusta hablar de lo que no se, o de recortes que vi, porque si no es como que con los microsegundos de los que dijo uno y de lo que dijo el otro armo mi opinión. No me parece serio de mi parte. Si todos conoces cual es la postura política de actores y de actrices, pero yo no me sumo. No sé de política, no me gusta hablar de lo que no sé, pero puedo pensar como una opinión, que el dijo algo que sentía. Que lo dijo con mucho respeto. Uno de los recortes que vi dijo: ojala que nos vaya muy bien. Y después vi recortes de colegas que dijeron cosas horribles de él. Entonces a mi me deja un poco pensando. Digo si yo puedo opinar lo que quiera, a favor o en contra, pero la base es el respeto. Por eso rescato de Guillermo el respeto con el que se expresa y dice lo que a él le parece.
Todos queremos que nos vaya bien. Yo quiero tener mucho trabajo. Quiero que mis viejos que son dos jubilados vivan dignamente. Tengo un hermano discapacitado y sé de los padecimientos que tiene la gente con discapacidad. Lo caro que es ser discapacitado en este país, porque necesitas de muchos recursos para tener calidad de vida, para tener cosas básicas. Solo una familia que tiene una persona en esa situación puede dimensionar lo que se vive, lo que se gasta, lo que se necesita. Entonces yo quiero lo mejor. Y esto no tiene que ser una guerra entre actores. Somos un medio muy chico, somos parte de una industria pequeña que se achica cada vez más, y tenemos que juntar fuerzas para que se abra cada vez más. Porque no solamente trabajamos los actores, trabajan muchas familias atrás.
- Otro tema importante... ¿Cómo era el trato con los chicos en las tiras infantiles de hace 15 o 20 años?, ¿cómo fue tu experiencia con eso?
A partir de Chiquititas hubo nuevas regulaciones, porque antes empezabas a grabar y te ibas a cualquier hora. Entrabas y no sabías a qué hora salías. Y bueno, con el tema de tener tantos niños trabajando, había que priorizar las horas de estudio, las horas de descanso, y a eso había que ponerle un marco legal, jurídico. Por de repente eran un montón de niños, todas las tardes había tiras infantiles y juveniles con menores protagonistas. Y los sábados tenían que hacer coreos, grabar videos, viajar. Era complicado. Los chicos eran niños. Yo pienso en esos niños que estaban horas y horas en un estudio, porque le encantaba, pero había que lidiar con eso. Con los niños y con los padres de los niños. Si alguno de mis hijos me hubiera planteado ser actor o actriz de niños, les hubiese dicho que no.
- ¿Qué edad tiene ahora tus hijos y que les gustaría hacer?
Pedro tiene 22 y Miranda 19. Pedro está estudiando Negocios Digitales, una carrera nueva, como marketing digital aplicado a la empresas, y Miranda está estudiando cine de animación porque dibuja, le gusta dibujar y crear historias. Están en ese plan. En redes sociales creo que me tienen bloqueada, pero veo que no están tan pendientes a eso. Están mucho afuera, facultad, partidos. Fue duro porque Pedro terminó la secundaria y empezó la pandemia, como que iba a salir al mundo y lo metieron adentro. Y Miranda cumplió los 15 en pandemia, entonces hubo dos situaciones muy marcadas ahí que tuvimos que sostener en aquel momento.
- Otra faceta importante a la par de la maternidad, el amor... ¿Con Carlos Mentasti lograste desromantizar el amor?
Si porque Carlos viene en un momento, no sé si de calma, pero de estabilidad, de disfrute. También al no tener responsabilidad de hijos en común, nos conectamos mucho con otras cosas. Con el trabajo, porque somos los dos muy apasionados del trabajo. Y así como nos amamos, nos odiamos al momento de debatir algún proyecto. Pero compartimos muchas cosas, desde estar en casa, programar un viaje, hasta soñar lo que sigue después de cada proyecto. Es un amor adulto. No peleamos, porque el productor y yo soy actriz, y hoy aprendo mucho de cosas con las que antes me peleaba. Antes me peleaba con otros productores por cualquier cosa, ahora entiendo el por qué de esas cuestiones. El producto siempre es un privado que corre riesgos porque cree en un proyecto y después depende del público. Yo digo estudio el personaje, después digo la gente no viene, cobro y me voy a mi casa. Pero el productor perdió. Así que yo creo que aparece en mi vida para enseñarme eso, que no todo era ni tan negro ni tan blanco. Que hay montón de grises en el medio. Y creo que el también aprende de mí como actriz, porque ama a los actores. Tiene mucha sensibilidad como productor y eso lo hace distinto.
- ¿Dónde se pueden ver las últimas funciones de Madres y qué proyectos hay por delante?
Vamos a estar en La Plata, en el Coliseo Podestá. Vamos a volver a Rosario, después hacemos Santa Fe y el 25 de mayo estamos nuevamente en San Isidro, en el teatro Stella Maris. Y tengo un nuevo proyecto, que no puedo contar mucho, pero mediados de junio vamos a estrenar Jardines Salvajes, una historia de dos parejas de vecinos que no se llevan tan bien. Junto a Carlos Portaluppi, Mica Vázquez y Nazareno casero.