Alián Devetac (32) no siempre soñó con triunfar en el mundo de la actuación. En Entre Ríos, su provincia natal, estudió música, y durante 10 años se dedicó a dar clases a niños y jóvenes, desde el jardín de infantes hasta el nivel secundario. A pesar de que nunca se lo imaginó, hoy es actor y protagonista de "Secuestro del vuelo 601", una serie Colombiana basada en hechos reales que ya está disponible en Netflix.
En una charla exclusiva con PRONTO, el actor argentino habló de sus inicios en el mundo del cine, su primera experiencia actuando en el exterior y sus proyectos para el futuro.
-¿Cuándo empezaste a interesarte por la actuación?
-Yo en realidad soy músico, estudié eso desde muy chiquito. Tenía un amigo con el que siempre nos juntabamos a componer y me pidió que lo acompañara a un casting. Y en el camino me empezó a insistir para que me anote. Cuando llegué me dieron hojas para que me inscriba y me sacaron unas fotos. Yo pensé “no pierdo nada, lo hago”. Pero tenía cero expectativas. Nunca había actuado antes, ni siquiera en los actos escolares. A las dos semanas, me dijeron que querían verme de nuevo. Hice varias jornadas de casting y terminé protagonizando esa película, que le fue muy bien. Se estrenó en el Festival de Berlín y viajamos a muchas provincias a presentarla.
-Y a partir de ahí decidiste seguir por ese camino…
-A partir de esa primera película quedé en el radar de la agencia de castings, y ellos mismos fueron proponiendo para otras películas. Mientras tanto yo seguía estudiando música y dando clases en escuelas de Paraná. Y cada vez que llegaba un casting iba a Buenos Aires a presentarme. Pero desde 2012 hasta hoy, vengo haciendo un trabajo por año. Así sea un cortometraje, siempre hice algo de actuación. En el medio conocí a mi pareja, y ella me convenció de que consiga una representante y lo profesionalice, porque yo a la actuación la tenía como algo extra. Dejé de trabajar como profesor, me vine para Buenos Aires y empecé a laburar de lo que consiguiera.
-¿Cómo llegó "Secuestro del vuelo 601" a vos?
-Al casting lo conseguí a través de mi representante. En ese momento ya había logrado quedar fijo trabajando como asistente de producción, que es un trabajo que realmente te lleva todo el día. En los pocos momentos que tenía libres iba practicando, porque tenía que hacer un acento paraguayo para el casting.
-¿Te entusiasmaba el proyecto?
-Totalmente. Tenía un deseo muy fuerte de conseguir el papel, que es algo que no siempre pasa. Uno a veces va a los castings más relajado. Pero este personaje para mi era una bendición, era algo que lo deseaba muchísimo. Por suerte logré obtener el papel y hacerlo.
-¿Conocías el caso del vuelo 601 antes de hacer la serie?
-El caso no lo conocía. Lo conocí cuando mi representante me dio una serie de noticias para que leyera antes del casting.
-¿Qué es lo que más te llamó la atención de la serie cuando te llegó la propuesta?
-El código de los directores me pareció algo totalmente diferente a lo que venía haciendo. Eso me abrió un poco el mercado respecto al código de actuación. La experiencia de ir a otro país también es algo que quería, porque representa un salgo para mi carrera. Estuve 4 meses en Colombia entre Bogotá y Cali.
-¿Qué es lo que más te impactó de trabajar en una producción tan grande para el streaming?
Es difícil quedarme con una cosa, porque todo me sorprendió desde el día en que llegué. Fue algo súper mágico. Junto con Valentín éramos los únicos argentinos en el elenco. Nos trataron súper bien, los colombianos son muy amorosos y muy buenos anfitriones. Siento que quieren mucho a Argentina. Nos contaron que para el mundial todos hinchaban por nosotros.
-¿Te proyectabas representando a Argentina en el exterior?
-Para nada, fue una gran sorpresa. Era la primera vez que me llevaba un casting para trabajar fuera de Argentina. Yo no terminaba de caer, pero cuando se materializó fue muy mágico. Es algo que nunca me lo había imaginado y cuando lo viví no me dejaba de sorprender nunca. La producción tenía unos recursos enormes: tres aviones, estructuras de metal, una máquina para simular los vuelos y las turbulencias… era la producción más grande que ví.
-¿Te queda algún sueño por cumplir?
-Lanzar mi música. Estuve grabando mis canciones. No las publiqué, pero ya vamos 35 que están listas para salir. Creo que lo de la actuación está fluyendo muy bien, pero es un trabajo que te permite tener otros proyectos. Por más que seas el actor más pegado no trabajas todo el tiempo. En especial yo que no hago teatro, y hago solo cine y ahora las series. Espero poder publicar mi música y formar una comunidad a la que le gusten mis canciones. Voy a tratar de que le puedan llegar a muchas personas.
-¿Qué género tocas?
-Lo que está saliendo es bastante pop. Yo vengo del palo del rock, pero lo que estoy armando es más rock-pop. Como referente tengo a Gustavo Cerati o Babasonicos.
-¿Hay algo que te haya sorprendido de la forma de actuar de los colombianos?
-Tienen un oficio impresionante, porque vienen mucho de la novela, donde se filma muy rápido. Capaz que en un solo día tenes que filmar un capítulo que dura media hora o 40 minutos. La tienen muy atada con cosas de oficio. Y además fueron muy generosos con nosotros. Muchos de ellos no estudiaron, porque no tienen tanta cultura de la actuación como los argentinos. No tuvieron tantas ofertas para formarse. Pero siempre voy a recalcar el oficio que tenían para laburar.