La vocación periodística de Rial se despertó de chico. En verano, descansaba bajo unos tanques de kerosene (el lugar más fresco del almacén de su papá) y escuchaba Radio Colonia en una Spika: era fanático del conductor Ariel Delgado. También leía el diario Crónica donde terminaría trabajando. Empezó en el periodismo gráfico, en 1983 formó parte de la revista Vivir. Antes trabajó de techista, vendedor y hasta atendió un puesto en Warnes. “Soy un busca que a veces vivió con lo justo y otras, holgadamente”.
Mientras trabajaba en el diario Crónica conoció a Lucho Avilés, que le ofreció hacer televisión en Canal 2. Era el año 1987. "Fue un maestro. Más allá de chicanas y desencuentros. Me enseñó mucho. Me dio la primera oportunidad en la tele. Un cabrón querible. Un abrazo a su esposa y su hijo", escribió en Twitter cuando se enteró de la muerte de Avilés
En 1994 con Andrea Frigerio condujo El Periscopio, un programa que combinaba chimentos con humor y fue uno de los éxitos de América. Siguió con Paf, luego vino Intrusos en el espectáculo e Intrusos en la noche.
"Mi vida es una cosa e Intrusos otra. Aprendí a no mezclar los tantos: en el programa soy un cirujano que entro, opero, cierro y me voy. Ya no sigo al enfermo después, ya no me llevo los chimentos a casa y hará siete u ocho años empecé a bajar cambios y no quedarme enganchado", revelaba en PRONTO en el 2019. El 3 de febrero de 2021, luego de numerosos rumores sobre su continuidad al frente del programa, Rial confirmó su salida luego 20 temporadas.
A los 17 años consiguió el número de teléfono de Jorge Luis Borges. Lo llamó, pero los asistentes del escritor le aseguraban que no podía atenderlo. Una tarde, tuvo suerte: el autor de El Aleph respondió el teléfono en persona. Jorge mintió. Se presentó como un pobre periodista con una familia por mantener y aseguró que sería despedido si no conseguía una nota. El escritor se apiadó y accedió. Lo recibió en el legendario 6ºB de Maipú 994, le dio la entrevista y se sacaron una foto que Rial atesora.
"Yo salto cuando mis colegas me atacan, con ellos me peleo. Pero me estoy peleando cada vez menos. Mi frase preferida es: 'A los amigos los elegí por el corazón, y a los enemigos por la inteligencia'. Y hace mucho que no encuentro a ningún enemigo de peso para pelearme", afirmaba en PRONTO.
En PRONTO contó que tuvo una infancia compleja. "Mi vieja, Victoria, me fajaba con la manguera o con el cinto. Yo era chico y no entendía nada, pero jamás pensé que no me quería. Yo era bravo pero me desorientaba mucho mi mamá. A veces, se le iba la mano. No entendía por qué tanta agresividad. Y la terapia me permitió ver que era su manera de demostrar cariño y autoridad. Un día me revoleó un sachet de leche. Tragué lavandina y quedé una semana internado. A los 16, la enfrenté. Saqué el toallero del baño y le dije: "Basta hasta acá llegamos". Ya al final me pegaba y yo me cagaba de risa. Estaba curtido no me dolían los manguerazos. Me daba lo mismo no sentía nada".
Ante la pregunta de PRONTO acerca de si seguía consideran a Luis Ventura un amigo, Rial respondió: "Esto es muy fuerte (su salida de Intrusos) y espero que encuentre la felicidad. Donde él sienta que está, no importa dónde. Porque lo quiero mucho. Que busque la felicidad porque se la merece. Es buen tipo, no es el que se desbordó ese día en Intrusos y me consta que él no piensa lo que dijo al aire".
Aunque reconoce que en algún tiempo fue “muy cabrón”, los que trabajaron en sus equipos reconocen que tiene códigos, defiende a sus compañeros y es un “laburante más”. Lo describen más como un líder que como un jefe. Es capaz de llamar a un productor por un tema menor de salud y, lejos de “retarlo” por su ausencia, decirle que no se preocupe. También defiende los salarios de las personas que trabajan en sus proyectos.
"Yo no laburo para los artistas y mucho menos para los colegas. No me importa en absoluto su opinión, salvo algunos. Laburo para la gente y hace tiempo que soy reconocido por la gente. No me interesan las críticas porque sé lo que son los críticos. Conozco los medios por dentro y a mí no me van a vender absolutamente nada", declaraba en PRONTO.
En la juventud militó en la Juventud Socialista por lo que recibió cuestionamientos cuando empezó a trabajar en la radio de Daniel Hadad, situado en las antípodas ideológicas de su pensamiento. "Es que yo puedo trabajar en la radio de Hadad y, a la vez, escribir para la revista de Jorge Lanata, como lo he hecho", aseguraba en PRONTO.
El conductor trabajaba con Lucho Avilés cuando conoció a Silvia D'Auro. Estuvieron juntos 20 años, adoptaron a Morena y Rocío y tuvieron un divorcio conflictivo. "Me quedé absolutamente sin nada. Hoy tengo a las nenas, pero cuando me separé me había quedado solo y sin nada porque las chicas todavía estaban con la madre. Yo me quedé con cuentas que no encontraba y con una sola cuenta de 400 mil pesos, de la que fui y saqué 200 mil por eso del 50 y 50. ¡Ingenuo total yo! Después me quedé con el piso en el que vivo y me costó mucho porque me lo querían sacar. Un auto y mi 30 por ciento de la revista Paparazzi. Nada más. Tuve que volver a empezar", recapitulaba en PRONTO.
"El hecho de haber tenido a Morena me cambió la vida, me di cuenta que hay cosas más importantes que el trabajo y que andar peleándome por ahí. Por eso me fui a vivir a Pilar y me tomo las cosas con calma, ya sé quién soy y si me toca volver a la mala los únicos que van a estar van a ser mi mujer y mi hija", reflexionaba en PRONTO.
"El Día del Padre, Morena fue a verlo a Milo Lockett y le pidió un cuadro para mí. Milo pintó uno especial, con mi cara en el medio y las de mis hijas pegadas y le puso: "Tus ángeles de la guarda". Morena lo armó y yo siento que son eso. Siempre estuvieron a mi lado", contaba en PRONTO.
Separado de Silvi D'Auro comenzó un noviazgo con Mariana Antoniale. "Es cierto que tengo una novia mucho más joven, pero la edad de Mariana no tuvo nada que ver con lo que me pasó a mí. Lo más lógico cuando un tipo se separa no es volver a ponerse en pareja tan rápido. Podría haber salido con un montón de mujeres o haber vivido en Tequila. Yo decidí no hacer nada de eso. No soy un tipo de la noche y me gusta estar en pareja", afirmaba en PRONTO.
También mantuvo una relación con Agustina Kämpfer. "En la intimidad es tímido, le cuesta encarar, ir al frente, no es el de la tele", revelaba ella sobre él en una entrevista en PRONTO y aseguraba que "es un hombre de una sabiduría enorme, muy amoroso y afectivo",
En 2017 se enamoró de Romina Pereiro. Se casaron tras casi dos años de noviazgo, con una ceremonia y una fiesta íntima, para unos 90 invitados. Pidió que en vez de regalos los invitados donaran el dinero a una escuela de Misiones.
"La barba me la empecé a dejar este año (2019). En otra época ya la había tenido porque me gusta. En realidad lo que no me gusta es afeitarme. Soy vago, me gusta cómo me queda la barba y elijo andar cómodo por la vida. Estoy en una etapa en la que digo lo que pienso, hago lo que quiero y le doy más bola al tiempo que a la guita. Para mí el tiempo tiene más valor que la plata. Pero eso lo aprendí de grande, cuando me empecé a dar cuenta de que me estaba quedando sin tiempo", reflexionaba en PRONTO
Pasó una infancia con algunas privaciones. Hoy se reconoce como un hombre de gustos caros, que “viaja por el mundo en primera clase”, se aloja “en los mejores hoteles” y encuentra la felicidad “en un buen vino, un habano robusto o un whisky añejo”.
"No soy el peor de todos, tampoco el mejor. Soy un tipo común y corriente. Me mandé cagadas y en algunas cosas fui el peor de todos pero también hice cosas buenas. Hay un equilibrio que trato de lograr y a esta edad, quiero hacer más cosas buenas que malas. Igual no me arrepiento de todo ni me doy latigazos. Lo hecho, hecho está".
Con la colaboración de Giselle Billordo