Durante los últimos 13 años trabajó como asesor financiero y su vida transcurría entre bancos cuando, de golpe, lo atropelló el fenómeno de Gran Hermano. Fueron sus compañeros bancarios los que lo incentivaron a anotarse para participar del reality de Telefe y Lisandro Navarro (33) tomó coraje, llenó el formulario y lo envió.
Unas semanas después, le comunicaban que había sido elegido para formar parte de la casa más famosa del país y su vida daría un giro de 180 grados. “Sí, me cambió la vida literal. Ahora estoy en un momento de incertidumbre total porque estoy conociendo un mundo nuevo, que es el de la televisión y la fama, pero para mí es todo totalmente novedoso porque hasta que entré al programa, nunca me había filmado frente a una cámara”, contó Licha a Nico Peralta para Pronto.
-¿Nunca?
-No tenía Tik Tok y jamás había grabado un video. No tenía idea de la vida de influencer y de repente me encuentro en un momento muy feliz pero con muchas incertidumbres. Tanto de disfrutar al máximo todo esto lo que tenga que durar. Y quiero capacitarme para poder empezar a generar mi carrera, ya sea en la actuación, el modelaje o donde sea. Estoy feliz viviendo esta nueva experiencia.
-Si nunca te habías grabado, ¿por qué te anotaste en Gran Hermano? ¿Qué buscabas?
-Nunca me había animado a anotarme y mis amigos me empujaron. Hace muchos años me venían diciendo: “Che, vos tenés que dedicarte a esto, no te vemos trabajando en un banco toda la vida o atrás de un escritorio”. En todos los trabajos que tuve, siempre mis compañeros de laburo me decían lo mismo. “Flaco, ¿qué estás haciendo acá?”, me preguntaban. Por mi personalidad y por cómo le doy bola a la apariencia y al cuidado personal, nadie entendía qué hacía laburando en finanzas.
-¿Entonces?
-Un amigo me terminó de convencer. “Che, dale, hace el casting, yo te ayudo con el video”, me dijo y me terminó convenciendo. Lo envié sin imaginar que me iban a llamar. Ni de casualidad pensé que me iban a convocar. Estaba convencido de que se anota tanta gente, que la chance es una en un millón. Por eso, soy tan agradecido con la oportunidad que me dieron.
-¿Dónde estabas cuando te llamaron?
-Me llegó un mensaje justo cuando estaba comenzando una relación sentimental con Mili, mi novia actual. Nos conocimos en julio del año pasado y entré a la casa en diciembre. Fueron cinco meses y pico de relación y entré en GH. Resulta que cuando me llegó el mensaje, yo estaba sin laburo y viendo qué carajo hacer de mi vida. Fue en el momento justo. “Por fin me toca una buena”, pensé.
-¿Te habías quedado sin trabajo?
-Sí, me habían echado. Trabajé ocho años en bancos: arranqué como cajero y terminé como oficial de empresas. Cuando me fui de ahí, entré en una empresa a laburar en la parte de inversiones. En febrero me echaron y en julio la empresa fue a concurso preventivo. Hoy está en proceso judicial y eso me llevó a atravesar una gran depresión porque los ahorros de toda mi vida me quedaron ahí adentro y andá a saber cuándo los iré a cobrar.
-A ver si entiendo. ¿Tenías todos tus ahorros metidos en la empresa donde trabajabas y quebró?
-Exacto. Había invertido los ahorros de toda mi vida ahí y aunque me hicieron un reperfilamiento de pago a cinco años, aun no cobré nada. Es cuando la empresa te dice que no tiene liquidez para pagarte ahora pero que en cinco años te podría llegar a pagar. No cobré nada yo ni los clientes que tenía. Laburé en relación de dependencia para esa empresa.
-¿Eso te llevó a deprimirte?
-Sí, mucho porque tenía familiares y amigos que habían invertido también ahí por conocerme a mí. Esa culpa a mí me aquejaba mucho. La plata mía te diría que fue lo que menos me importó. En el medio de todo eso, conocí a Mili, mi novia.