Hija de Palito Ortega y Evangeliza Salazar, Julieta Ortega se crió en el mundo del espectáculo y siguió los pasos de sus padres en el arte. En lo personal, se sabe que Palito ayudó mucho a Charly García en su recuperación, al igual que a Cacho Castaña y otros amigos artistas. Julieta, su parte, ha colaborado incansablemente con el bienestar de su ex cuñada Ana Paula Dutil, ex de Emanuel Ortega. Y por primera vez, la actriz se refierió al tema en charla con el periodista Nico Peralta.
-Los Ortega son un batallón. ¿Son de juntarse toda la familia?
-Eso es más difícil. En general, eso sucede en Navidad. Sacando esa fecha, que es donde solemos estar todos, es difícil que no falte alguien. A veces, estamos casi todos pero muy rara vez estamos todos un domingo. Cada cual tiene su vida, su trabajo, su pareja, sus hijos y eso dificulta el encuentro de todos. Reunirnos a todos no es tan habitual.
-Tu ex cuñada, Ana Paula Dutil, te agradeció públicamente el apoyo que le brindaste por todos sus problemas.
-Sí. Tenemos un vínculo de hermanas. Es parte de mi familia. Fue la mujer de mi hermano Emanuel durante 20 años, es la madre de mis dos sobrinos y nuestra relación es de hermandad total.
-Tu papá ayudó mucho a Charly García, vos a ella. ¿Los Ortega son muy de rescatar a los demás?
-Sí, no sé, tampoco es que vamos haciendo beneficencia por ahí. Creo que nos une un cariño especial por gente determinada y ahí estamos. Nos brindamos por completo. Eso lo aprendí de mi papá: a los amigos se los ayuda sobre todo cuando están en apuros, del tipo que sea. Mis hermanos son iguales así que eso lo aprendimos todos. Mi papá ha sido un tipo muy generoso a lo largo de su vida y no solamente con gente que lo podía contar, como Charly García o Cacho Castaña. Ha sido muy generoso con mucha gente que no sale en las revistas o en televisión y nadie se entera. A veces, no me entero ni yo.
-¿Posta?
-Quizás me entero diez años o veinte años después porque alguien me para por la calle y me cuenta cosas que mi papá hizo por sus papás, por ejemplo. Me pasa y me ha pasado mucho. Entonces, eso es invaluable. Uno aprende mucho de los padres. No necesariamente porque te hayan dicho cómo son las cosas sino porque los viste a ellos en acción.
-Tu mamá también. Ana María Picchio contó que en distintos momentos de su vida la ayudó mucho económicamente.
-Sí, mi mamá también es así. Es una mujer muy muy generosa. Siempre digo que ser generoso con los hijos es fácil porque los hijos son una extensión tuya pero ser generoso con otras personas, incluso con gente que no es tan amiga, es muy meritorio. Me ha pasado de decirles: “Me encontré con tal persona y está pasando por un mal momento”. Y mi mamá siempre me dijo: “Llamala para ver qué necesita o qué podemos hacer o con quién podemos hablar para que le dé una mano”. Eso lo tenés o no lo tenés. Ni siquiera depende del dinero que tengas o el lugar que ocupes. Hay gente de mucho dinero y que ocupa lugares desde los que podría hacer muchas cosas por un montón de gente y no lo hace. Y hay gente con menos recursos que es puro amor y pura generosidad. Entonces, eso es lo que más me gusta de mis padres.
-Tus papás están juntos de toda la vida. ¿Es un peso extra su mirada cuando uno desarma una pareja y ellos tienen un matrimonio tan ejemplar?
-No. Para mí no lo fue porque yo nunca proyecté eso para mi vida. Siempre pensé que está bueno ser hija de este matrimonio y estar en esta familia que siempre se mantuvo unida porque me beneficié mucho de eso. Obviamente no es lo mismo tener a los padres en la misma casa que no tenernos. Soy totalmente consciente de eso; no es que creo que da igual. Sin embargo, por como soy yo y por lo que me conozco desde muy chica, siempre supe que había muchas chances de que yo no corra con esa suerte y que ese no fuera mi destino. No lo tomé así, como un fracaso.
-¿Cómo es tu vínculo con ellos?
-Divino. Los veo seguido. Estoy trabajando un montón porque aparte de Sex estoy con las grabaciones de la segunda temporada del podcast que hacemos en Blender con mi hermana Rosario, con Ana Paula Dutil y Fernanda Cohen. O sea que estoy con muchas cuestiones y con viajes a Uruguay para presentar el podcast allá. Tengo poco tiempo libre pero cuando puedo, los veo. En general los domingos y si puedo escaparme un mediodía durante la semana, también lo hago y comemos juntos.
Por Nico Peralta // Fotos: Gentileza Julieta Ortega