En un momento de mucho trabajo, Campi se organiza como puede entre sus ocupaciones profesionales y su numerosa familia, integrada por su mujer Denise Dumas y cuatro hijos: Isabella y Santino -de Denise con su ex Germán Barceló- y Emma y Francesca, del matrimonio de Denise con Campi.
El actual protagonista de Esperando la carroza, que se presenta en el Teatro Broadway, abrió su corazón y contó cómo es la dinámica familiar y qué tipo de vínculo tiene con Santino, el único hijo varón de Denise y a quien Campi conoció cuando era apenas un bebé. Actualmente, Santino (19) está viviendo en Nueva Zelanda.
"En casa estoy presente siempre. Llevo a las nenas al colegio, las voy a buscar, me organizo muy bien y Denise es la mejor cabeza de compañía en nuestra casa. Organiza muy bien todo. Ella es fundamental. Espero ser yo también fundamental para ella. En mi vida, en mi carrera y en mi cotidianeidad, Denise es fundamental", aseguró el actor en charla con el periodista Nico Peralta.
-¿Por qué es la mujer de tu vida?
-La encontré tarde. Así como hice mi carrera de actor, también hice lenta mi carrera familiar. A los 36 la encontré ya siendo un tipo que disfrutaba más de leer un libro que de ir a un boliche. Ya no tenía ganas de joder. Quería armar algo en serio. Me llevó un tiempo: 36 años, que no es lo mismo que ahora. Hace 20 años, a los 36 ya eras un tipo grande y solterón. Le había regalado un perro a mi madre y le dije: “No voy a tener hijos; tomá este perro como si fuera uno”. Al toque nos conocimos con Denise y se armó esta familia. Ya son 18 años juntos. Ella venía con dos hijos: Isabella y Santino. ¡Venía con un elenco encima! A los chicos los amo.
-Santino se fue a vivir a Nueva Zelanda.
-Sí. Lo extraño mucho pero esto de las redes sociales te hace sentir cerca y en permanente contacto. El nos nuestra todo: “Este es el auto que me compré, acá estoy viviendo, este es mi trabajo, estos son mis amigos”. Entonces, la distancia se acorta mucho gracias a la tecnología. Igual lo extraño horrores. No se lo puedo decir para que disfrute de su camino.
-¿Te costó cuando se fue?
-Sí, muchísimo. Es más, le dije: “No, no, vos no te vas”. Entonces, Santino me respondió: “¿Cuánto tardo en comprarme una casa acá?”. Con un sueldo más o menos básico, normal, como el que estaba cobrando acá eran, según la cuenta que sacamos, 112 años. “Allá en cinco años me la compro. Dejame ir”, me contestó. Es su camino y él está en esta vida para hacer su camino, como cada uno de nosotros. Hay que ser respetuosos. Yo lo único que puedo hacer es cuidarlo y que no tropiece. Que no tome un golpe feo. Pero lo tengo que acompañar. Denise lo mismo.
-Tiene a su papá pero vos sos una especie de padre también.
-Sí, tiene a su papá pero yo también soy como un papá para ellos. Adoro ser papá de los cuatro. Los elijo. Yo los elegí. Denise vino con estos dos niños y yo los elegí. “Sí, acepto, sí”, dije. Cuando estábamos por casarnos, Isabella dijo: “¿Ahora, mamá, nos casamos con Mar?”. Tenía dos años. estaba vestidita de blanco para salir a dar el sí, de la mano de la mamá. Siempre nos acordamos de esa anécdota porque nos casamos todos.
-Después llegaron Emma y Francesca para coronar la familia.
-Sí. No les pude haber dado una mejor madre a mis hijas. Soy un afortunado y no paro de mirar alrededor y agradecer todo lo lindo que tengo. Por eso, el punto es no creerte nada. Ir, hacer tu laburo y hacerlo bien. El resto, es todo mentira. Yo lo vivo así. Cuando hacíamos VideoMatch en Telefe, éramos como los Rolling Stones, y una mujer en la puerta del canal me dijo: “Campi, miro el programa por vos, sos el mejor”. Atrás venía Yayo y le comentó: “Yayo, miro el programa por vos, sos el mejor”. Ahí me cayeron todas las fichas y pensé: “Esto es todo mentira”. Lo único real es hacer reír a la gente y que pasen un buen rato. Después si soy el mejor o no, no me importa. Hago bien mi laburo y en eso me enfoco. Ahí es cuando te queda un margen de sorpresa alucinante y así me gusta llevarla.