Diego Ramos lleva siete años en pareja con Mauro Cernadas, quien es abogado y con quien convive en zona norte. El actor, que es perfil bajo respecto a su vida íntima, recién hace poco se animó a hablar un poquito más de su intimidad y en una nota con Pronto contó su historia de amor con Mauro.
Si bien Diego se bajó la semana pasada de Mañanísima, el magazine de las mañanas de Eltrece que conduce Carmen Barbieri, sigue a full con la exitosa obra Sex, de Muscari, que agota semana a semana en el Gorriti Art Center. Allí, el actor sale completamente desnudo y ahora, por primera vez, contó la reacción de su pareja al verlo como Dios lo trajo al mundo en el escenario.
"Con Mauro llevamos siete años juntos; un montón. Está a punto de ser mi pareja más larga. Como te decía, soy muy tranquilo y súper parejero. Se dio así y está buenísimo. Si bien él trabaja de día y yo de noche en el teatro, buscamos los espacios para vernos. Antes y después del teatro lo veo y por la mañana yo lo llevo al trabajo, que es temprano. Los fines de semana compartimos mucho", contó al periodista Nico Peralta.
-Cuando te conoció, no hacías Sex y hoy salís desnudo en una obra que provoca. ¿Te cela?
-No, nada. Cuando me conoció, yo hacía otras cosas pero Mauro desde el día uno sabe lo que hago en Sex. Va dos o tres veces al mes a ver la obra, lleva gente, va con amigos o familia y se divierten. Es tan claro lo que hago en el espectáculo, que no hay motivo de nada. Además, es mi trabajo y no aceptaría que nadie me dijera qué tengo que hacer o cómo hacerlo. Segundo, es muy claro lo que hago en el show y sabe que cuando termina la función, me voy corriendo a casa. Pero no porque tengo que fichar: este es mi trabajo y nada más. No sé cómo explicarte: Maru Botana está todo el día haciendo tortas y lo que menos va a querer es comerse una. En mi caso, lo mismo: estoy ahí sacándome la pilcha pero corriendo como loco porque el show no se detiene. En el medio, me dragueo en cinco minutos, corro para bajar por un trapecio, me vuelvo a desmontar para salir en otro cuadro. ¡No tengo ni tiempo para calentarme!
-¿Nunca te celó?
-No, nunca. Y si hubiera alguna vez algún motivo de celo o un pensamiento del estilo, lo charlaríamos y ya. Nunca pasó.
-Te definiste como un tipo clásico. ¿Nunca estuvo en tus planes casarte y tener hijos?
-En un momento, pensé en adoptar y hasta fantaseé hacer lo que hizo Muscari, de adoptar a un chico o una chica más grande y darle un hogar. No descarto esa idea pero no se me convirtió en una necesidad. Por eso nunca lo hice. Y casarme tampoco. Soy del coletazo de la última generación que no podía ni pensar en casarse o tener hijos entre personas del mismo sexo. Un montón de cosas que están sucediendo ahora y que se viven con naturalidad. No lo tengo muy analizado porque es un tema que no me preocupa mucho pero creo que tengo ese chip aun instalado. Toda la vida tuve el pensamiento de que nunca iba a poder casarme, tener los mismos derechos y ser papá. Entonces, no cambié ese chip y no está en mi horizonte.
-¿Y ahora?
-En un momento pensé en adoptar pero a la vez tengo una vida tan para mis perros y para mí que siento que tendría que cambiar un montón de cosas, que obviamente las haría si llegara un hijo. Por ahora, no se me ocurrió. Y casarme no lo necesito. Esa cosa de reafirmar algo con papeles no me cambiaría nada y solo la haría por una cuestión de derechos nomás, por si nos pasa algo a alguno de los dos. Solo por eso, por una cuestión legal y no tiene nada que ver con el amor.