Atravesado por el teatro desde su concepción, Luciano Cáceres llevó adelante su formación como actor desde pequeño. Aunque, al mismo tiempo fantaseaba con ser famoso y reconocido en el cine, y batía a duelo los prejuicios del teatro independiente hacía la llamada -prostitución- de la televisión. Graduados fue la tira que mayor popularidad le dio, sin embargo, no olvida que El Elegido fue la novela que en realidad le abrió la gran puerta al medio: "La fama me vino de grande, en Graduados ya tenía 33 años y era padre. Entonces uno ahí ya tiene otras prioridades, me agarró con formación. No siendo un improvisado".
El protagonista de una nueva entrevista para el ciclo de streaming Te Veo Pronto, conversó con Christian Banett y Sol Mengoni de todo: sus giras teatrales, grandes proyectos laborales, la paternidad, la exposición y el amor. Aunque profundizó en los beneficios que la experiencia en exitosas tiras de televisión le brindaron para construir su carrera.
"Uno puede hacer cualquier laburo en cualquier ámbito. Siempre valoro más al que hace, que al que critica. Yo estaba haciendo Muerte de un viajante con Alfredo Alcón en La Plaza a sala llena y me decían: ¿Qué haces haciendo Patito Feo?" señaló.
¿Otro ejemplo?: "En el momento que estaba haciendo Graduados, al mismo tiempo hacia Macbeth en el Teatro San Martín y hubo un montón de gente que por ir a ver al pibe de Graduados, vieron Shakespeare por primera vez".
Sin dudas, la popularidad le otorgó la posibilidad de acercar públicos distintos a otro tipo de propuestas. Y todo eso se repite hoy: "Me sucede en este momento con Muerde, que está en un teatro alternativo, Timbre 4. Hay público que va a ver "el conocido" y de golpe ese el público se lleva una experiencia distinta con el teatro", expresó el actor.
En medio de la charla, y a medida que en la mesa fuimos repasando sus años de trabajo dedicados a la actuación, habiéndose ganado el respeto y el prestigio de sus pares, más el amor del público, Luciano se fue abriendo camino para explicar la suma importancia del auto reconocimiento: "Yo creo en la disciplina y en la formación. El saber siempre es un atajo".
"Yo creo que empecé a laburar cuando entendí quién era. Y por qué de golpe, alguien me quiere a mí y no a otro actor. Más allá del ego y de todo eso, es decir, bueno yo tengo este cuerpo; esta voz, mi pensamiento y esta manera de hacer las cosas. Cuando empecé a mostrar quién era yo, empecé a interesar", sorprendió.