Mandinha Martínez, esposa del arquero de la selección argentina Dibu Martínez, abrió su corazón para contar cómo comenzó su historia de amor con el futbolista y los detalles de su relación que ya lleva casi una década.
Amanda "Mandinha" Gama, de 31 años, nacida en Londres pero de padre portugués y madre brasileña, habló en un español fluido sobre los inicios de su romance con Emiliano. La historia se remonta a cuando Mandinha estaba en la universidad y ayudaba en el restaurante de sus padres en Londres, un lugar frecuentado por jugadores del Arsenal, equipo donde Dibu jugaba por aquel entonces.
"Mis padres tenían un restaurante en Londres que era conocido por los jugadores del Arsenal. Él empezó a venir cuando tenía 17, 18 años. En esa época, yo estaba en la universidad y tenía que volver a ayudar al restaurante", explicó Mandinha. Coincidía los fines de semana con Emi, tal como ella le dice a su esposo. Aunque estaba ocupada con el trabajo y él con sus amigos, comenzó a nacer un amor en silencio. Para sorpresa de todos, reveló que Emiliano era muy tímido.
"Un día le pregunté a su amigo por qué cada vez que me veía, él bajaba la cabeza. Yo pensaba que era agrandado. No le costaba nada decir 'hola'. Al final, Emi me mandó un mensaje: 'Quería decirte que no soy agrandado, tengo vergüenza, pero si querés vamos a tomar un café'. Ese día yo lo invité a mi departamento a tomar el café", contó sin vueltas.
Mandinha recordó con humor su primera impresión al ver a Emiliano en su casa: "En mi casa la puerta era normal y yo me acuerdo de la primera vez que entró y era tan alto, y yo pensé 'yo no puedo estar con él, es súper alto'", relató entre risas. Sin embargo, pronto quedó cautivada por la dulzura y humildad de Dibu.
"Él siempre fue muy dulce. Para mí, él es muy lindo. Siempre pensé que era el más lindo del mundo", dijo con los ojos brillosos de amor. "Él siempre fue tan humilde, tan dulce conmigo. No es una persona que te regala cosas caras, te da una flor, me escribía cartas", contó sobre los detalles en los que Emiliano se luce como buen romántico.