En 2022, Mía Flores Pirán y Luis Ortega sorprendieron al anunciar su separación después de cinco años de relación. La noticia fue revelada por Ginette Reynal, madre de Mía, quien destacó la buena relación que quedó entre su hija y el cineasta, subrayando además el gran papel de Ortega como padre.
"Ellos lo dicen, porque están muy bien, en buenos términos. Son una familia maravillosa, la tratan bárbaro", expresó Reynal en ese momento, refiriéndose a la manera en que ambos gestionaron su ruptura.
La relación entre Mía y Luis, que comenzó a principios de 2017, siempre se mantuvo en un bajo perfil. A lo largo de su romance, ambos decidieron mantenerse alejados de los focos mediáticos, evitando dar entrevistas sobre su vida privada y compartiendo muy poco en sus redes sociales. Este enfoque discreto les permitió construir su vínculo lejos de las miradas curiosas del público, aunque no impidió que su separación llamara la atención.
De su relación nació su hijo Ramsés, quien llegó al mundo el 4 de abril de 2019. La elección del nombre del pequeño fue un proceso que tomó cuatro días, un reflejo de la importancia que ambos padres le dieron a este momento. Finalmente, optaron por llamarlo Ramsés, un nombre de origen egipcio que significa “hijo del dios Ra”. Según contó Ginette Reynal en una entrevista radial con Catalina Dlugi, "Les contó bastante encontrar el nombre para su niño: al pequeño Ramsés lo definieron con cuatro días de nacido".
A pesar de la ruptura, tanto Mía como Luis han demostrado que la prioridad en sus vidas es su hijo. Según Reynal, "Él es divino. Lo amo a Luis, es una excelente persona y un excelente padre".
Este tipo de declaraciones resalta la admiración y el respeto mutuo que ambos excompañeros han mantenido incluso después de su separación, lo que sin duda beneficia a su hijo en común.