El 21 de diciembre de 1997 es una fecha que Marcelo Gallardo jamás olvidará. Ese día, el entonces joven futbolista de River Plate vivió una jornada digna de una película, al consagrarse campeón del Torneo Apertura con el club de sus amores y, solo unas horas después, contraer matrimonio con Alejandra Larrosa, su compañera de vida desde la adolescencia. Un día que comenzó en una cancha de fútbol y terminó en un altar, rodeado de seres queridos y cientos de hinchas eufóricos.
River Plate, dirigido por Ramón Díaz, llegaba a ese domingo con la posibilidad de asegurar un nuevo título en su rica historia. Enfrentaba a Argentinos Juniors en el estadio José Amalfitani, hogar de Vélez Sarsfield, y necesitaba al menos un empate para coronarse campeón del Torneo Apertura 1997. Con un joven Gallardo como una de las figuras clave del equipo, el Millonario logró un empate 1-1 que, además de sellar el tricampeonato para River, marcó la despedida del gran Enzo Francescoli del fútbol profesional.
Pero para Gallardo, la noche apenas comenzaba. Apenas sonó el silbato final del árbitro Ángel Sánchez, el mediocampista debía apresurarse para llegar a tiempo a su boda, programada para esa misma noche. "Jamás hubiera pensado que tantas cosas importantes me podrían pasar en tan poco tiempo. Es más: ¡si me lo hubieran dicho, no lo habría creído! ¿La verdad? Este es el mejor final para un año espectacular", confesó el jugador durante la fiesta de casamiento, reflejando la mezcla de emoción y sorpresa que lo embargaba.
La salida del estadio fue tan caótica como memorable. Gallardo, todavía con los botines puestos, fue llevado en patrullero hasta unas cuadras fuera del estadio, donde cambió de vehículo y se subió a una ambulancia, en un intento por esquivar a los fanáticos que lo seguían en masa. Finalmente, llegó a la Parroquia Nuestra Señora de Fátima en un BMW azul, entrando por una puerta trasera para evitar a la multitud que se había congregado en la iglesia, aún eufórica por el campeonato obtenido horas antes.
Geraldine La Rosa, la novia, también recuerda ese día como un evento increíble, pero cargado de estrés. "Marcelo llegó a la iglesia a las corridas, porque el mismo día que nos casamos salió campeón como jugador de River Plate. Fue un estrés porque los hinchas se tiraban arriba de la limusina, rompieron los vidrios de la iglesia", relató ella, años después, en una entrevista. A pesar de los contratiempos, la ceremonia se llevó a cabo con éxito, y a las 23:30, Gallardo y Larrosa se dieron el "Sí, quiero" frente a familiares, amigos y varios de los compañeros de equipo del futbolista, incluido el entrenador Ramón Díaz.