Fernando Daniel Pailos, mejor conocido como "El Flaco Pailos", es un carismático actor, conductor y humorista. Todos los viernes se presenta con su unipersonal El bufón del pueblo en el Complejo La Plaza. Invitado a Las noches de Jey dio muestras del mejor humor cordobés.
Aprovechando que el 12 de agosto es el día del Trabajador de Televisión arrancó con un chiste corto y efectivo. “Un pececito quería trabajar en la televisión. Estudió, salió al aire y se murió… el bol…” El chiste dio paso a contar qué sucede cuando en un show nota que alguien no se ríe. “Le empezás a contar los chistes a ese, a contar y contar”, reveló.
Sin embargo no siempre se logra la carcajada. “Me ha pasado de un tipo en San Juan que se durmió. Primera fila y estaba mosca, mosca”. El humorista paró el show y la mujer que estaba al lado hablando bajito le explicó “es mi esposo, no le digas nada. Pagó la entrada, te quería venir a ver a vos pero trabajó hasta muy tarde y está cansado”. Ante esa explicación Pailos bajó del escenario y lo despertó. “Volví al escenario, continué el show y a los diez minutos se volvió a dormir”, remató entre risas.
Entre las situaciones desopilantes que vivió contó su pelea con una Tortuga Ninja. "Fue en el verano del 92 en Mina Clavero. Estaba haciendo temporada con una banda de covers. Todas las tardes me iba a la calle principal, el famoso ‘tontódromo’ donde todo el mundo va y viene varias veces”, comenzó su relato. Según contó en esa época no hacia humor e “iba a fumar puchos y tomar cerveza con unos viejos de ahí”.
En esos encuentros todos los días a las seis aparecía una camioneta con bafles y las cuatro Tortugas Ninja invitando a la función del circo. “Las Tortugas iban saludando y cuando decían Donatello -acordate que era el año 92- para hacer una broma yo gritaba ‘Donatello se la come’”
Todos los días a la misma hora era el grito. “A la cuarta o quinta vez. Embotellamiento y uno de los que compartían la mesa me dice ‘ahí viene Donatello’. Y era cierto. Venía corriendo enojado y yo salí corriendo para el lado del río”.
La persecución siguió hasta que en un momento se cruzan con dos personas disfrazadas de Mickey y Tribilín que repartían volantes. “Freno y el que estaba vestido de Mickey me preguntó qué pasaba. Le respondí ‘Donatello me quiere hacer ca…’ Así que Tribilín y Mickey lo agarran y se trenzan en lucha. Había gente y mientras volaban las piñas los chicos gritaban ‘Mickey, Mickey’”.
Lo increíble es que en medio de la pelea “Tribilín cae al río, se le cae la careta, se la vuelve a poner y se suma otra vez a la pelea. Finalmente lo logran inmovilizar a Donatello y a mí lo único que se me ocurrió fue decir ‘Donatello se la come’ y salir corriendo”.
La segunda anécdota fue tragicómica. Lo habían invitado a animar un casamiento como regalo sorpresa para el novio y por eso le pidieron que esperara en una habitación. Como transcurría el tiempo y no lo venían a buscar le fue a preguntar a las organizadoras qué sucedía. “Tranquilo, canta el padre de la novia y subís vos”, le explicaron.
En eso llega la novia y le pregunta cuándo hacía su show. “Mirá canta tu papá y subo yo”, le explicó. Ante su respuesta la novia se conmocionó y cayó desmayada al suelo. “Viene la wedding planer a los gritos. Hace dos años que está mudo, lo operaron de la garganta, le sacaron un cáncer y la sorpresa del padre era cantarle a su hija en el casamiento”.
Como la boda era en un campo, cuando la novia cayó al piso se le arruinó el vestido “se tuvo que poner una remera y así andaba la novia”. Pese a que arruinó la sorpresa aseguró que igual le pagaron.