Tenía proyectada una obra en el Teatro Cervantes cuando, de repente, sus planes cambiaron. Del otro lado del teléfono, Adrián Suar le proponía producirla en un espectáculo comercial en plena calle Corrientes y Paola Krum (54) le pidió pensarlo. Definitivamente, optó por la segunda opción y hoy forma parte de Una terapia integral, junto a Juan Leyrado, Carola Reyna y Carlos Belloso, en el Metropolitan. “Mi plan inicial era hacer una obra de Javier Daulte en el Cervantes y un poco se me superponía con esta. Me apareció esta propuesta de Adrián y de Sebastián Blutrach y aunque es una felicidad tremenda tener trabajo, me pone un poco nerviosa tener que elegir”, explica la actriz que brilló en novelas como Montecristo, El elegido, Quiero vivir a tu lado y El primero de nosotros, entre tantas otras.
-¿Te cuesta decidir en esos casos?
-Sí, un montón. Las superposiciones son difíciles para mí. Pero lo del Cevantes lamentablemente se cayó por cuestiones de presupuesto y otras cuestiones que me son ajenas, entonces finalmente quedó este proyecto. Al llegarme por parte de Sebastián y Adrián, sabía que iba a tener una muy buena producción y cuando me empezaron a nombrar el elenco, dije que sí porque es toda gente interesante.
-¿Habías trabajado con alguno de ellos?
-Con Carola y Carlos había trabajado, sí. Con quien no había trabajado es con Leyrado, que acá en la obra hace del panadero que lleva los hilos de la historia. Son actores espectaculares, con los que quería compartir trabajo, escenario y vida. Es así: en el teatro hay una convivencia muy grande. La dirección es de Nelson Valente, con quien tampoco había trabajado. Había visto algunas de sus obras pero nunca había laburado con él.
-Venías de una seguidilla con Javier Daulte.
-Tal cual. Últimamente, todo lo que venía haciendo era con Daulte y tenía una especie de adicción a su forma de trabajo y a su imaginario. Me vino bien despegar un poco y soltar lo habitual, donde uno se siente cómodo y en familia. Ir a otro lugar está bueno y así fue como empecé este proyecto. La obra sabía que funcionaba muy bien en España y cuando la leí, intuí que permitía un gran juego actoral. En este momento, si hay algo que me interesa es jugar y entrar en espacios lúdicos.
-La actuación es un poco eso, ¿no?
-Sí, sin dudas. La actuación es un juego y en este caso es un poco más exacerbado porque mi personaje juega a que es una y tiene un doblez. Mi personaje es una enferma psiquiátrica y luego se revierte y pasan otras cosas a partir de un cambio muy abrupto. No quiero spoilear pero sí, hay una especie de venganza.
La entrevista completa con Paola Krum está en la edición digital de agosto de revista Pronto, se puede descargar y leer de manera gratuita haciendo click en este link