Paula Chaves y Pedro Alfonso se han consolidado como una de las parejas más queridas del mundo del espectáculo. La modelo y el actor llevan juntos casi 15 años y tienen tres hijos en común: Olivia, Baltazar y Filipa.
Sin embargo, su historia de amor podría haber terminado poco después de comenzar, de no haber sido por la inesperada intervención de Ricky Martin, que ayudó a que se reconciliaran. Durante su participación en La Noche Perfecta (El Trece), Paula recordó esta insólita anécdota.
“Yo hacía un programa en este canal con esta producción y con Darío Lopilato, que se llamaba Extra Pequeño. Teníamos una escenografía con juegos gigantes que simulaban ser cocinas, lavarropas, y nosotros usábamos una pistola para minimizar a los invitados y que se metieran en esos juegos”, relató.
En ese entonces, la modelo fue seleccionada para participar en el videoclip de "Frío" de Ricky Martin, y esa misma noche tenía que viajar a México para la grabación. “La producción me dijo: ‘Te dejamos ir si traes a Pedro como invitado famoso’, pero yo estaba peleadísima con él”, explicó.
Sobre la situación con Pedro, la modelo detalló: “Estábamos peleadísimos, no había posibilidad de reconciliación. Era la época en la que nos estábamos conociendo, durante Bailando por un Sueño, con muchas peleas de egos”.
La producción del programa estaba buscando aumentar la audiencia con un especial de famosos. “Había venido Matías Alé y nos faltaba un tercer famoso para completar el programa”, recordó.
Paula finalmente decidió dejar el orgullo de lado y llamó a Pedro para que participara. “Vino con la peor de las ondas, pero vino. Imagínate, yo achicándolo con una pistola y él tirándose a un lavarropas gigante con un casco; le pegaban las paletas del lavarropas, ¡era denigrante!”, contó entre risas.
Finalmente, Paula reveló cómo este inesperado encuentro terminó acercándolos de nuevo: “Gracias a eso, nos encontramos en el camarín, le dije ‘gracias por haber venido’ y ahí hubo un acercamiento buena onda. Después me fui a hacer el videoclip con Ricky Martin y gracias a ese acercamiento, nos volvimos a hablar, salimos a comer... y bueno, tres pibes”.