Moria Casán vivió un día lleno de recuerdos y anécdotas que la llevaron a reflexionar sobre su trayectoria y la mujer en la que se convirtió. La diva argentina compartió un emotivo video en sus redes sociales, donde se la ve conmovida al regresar al lugar donde comenzó su historia como artista. “Es un día muy especial”, comentó.
Casán asistió a la Facultad de Derecho de la UBA para acompañar a su pareja, Pato Galmarini, en una charla que él dio en esa institución. Durante su visita, Moria recordó: “Es la primera vez en 50 años o más, que baje esta escalera para ir al Teatro Nacional y debuté esa misma noche”, afirmó Moria. Y agregó: “Nunca más volví a estar en estas escaleras”.
Fiel a su estilo, la conductora revivió viejas épocas y se filmó bajando las escaleras de la facultad con toda la elegancia y destreza que la distinguió en el teatro de revistas. “Para mí es un día muy especial”, concluyó.
Volver a pisar la casa de estudios que una vez la acogió significó mucho para la diva ortomolecular, ya que en su juventud, Moria fue una de sus estudiantes. En 2002, la ex jurado de Bailando habló con Pronto y relató cómo fueron sus días entre apuntes, clases y las exigencias de su padre.
“Mi viejo quería que yo fuera abogada, y cuando le dije que quería dejar la facultad puso el grito en el cielo”, recordó Casán. Por aquel entonces, a quien conocemos hoy como Moria, era simplemente Ana María Casanova, hija de un militar retirado y una ama de casa.
La One comenzó su carrera artística a espaldas de su papá. “Mi papá no quería que bailara y por eso mi mamá y mi tía Catalina me llevaban a escondidas al Club Unión Argentina de Ciudadela”, le contó a Pronto en 2015.
Moria estaba decidida a seguir su propio camino, y a pesar de los mandatos familiares, tomó una decisión audaz: “Un día me fui de casa a las 7 de la mañana para rendir Economía política y volví de madrugada, con pestañas postizas y pintarrajeada como una puerta: ‘Vengo de debutar en el teatro de revista’, le dije”, confesó.
Visionaria y segura, desde que pisó el escenario del Teatro Nacional, Moria brilló y nunca más dejó de hacerlo. “Desde ese día nunca más me saqué el bikini y el taco aguja”, afirmó la diva argentina en una entrevista con Pronto en 2002.