La denuncia de Adrián Alfredo Molina contra Marley por corrupción de menores puso al conductor en el centro de atención. Lejos de ocultarse, salió a hablar y no temió a la hora de confesar que conoce al denunciante y tuvo un amorío con él. Sin embargo, para desmentir la denuncia, se animó a contar cómo fue su historia de amor con Rocío Marengo.
Es que, luego de muchos años, el conductor se animó a confesar su orientación sexual, ya que confesó haber tenido un romance con el denunciante. Sin embargo, al exponerlo, logró defenderse con datos que le permiten desmentir lo que indica la denuncia.
Se debe a que Marley se animó a confesar que tuvo una historia de amor con Adrián Alfredo Molina, quien ahora lo denunció en la Justicia. Sin embargo, al confirmar esto lanzó algunos detalles con fechas que le permiten comprobar que ambos eran mayores de edad en el momento de su relación.
En este sentido, el conductor confesó la razón por la que terminó el amorío con esta persona: “Terminó porque yo no estaba seguro de lo que quería. Sinceramente, te voy a contar una infidencia o no sé, de inmadurez mía, quizás. Yo estaba muy inseguro con el tema, entonces yo digo ‘quiero ver de salir con una chica’ y salí con una chica después de él”.
Ante esta confesión, le dio el pie para hablar sobre Rocío Marengo. Se debe a que Ángel de Brito consultó su se trataba de ella o de Carolina Peleritti. A lo que el conductor explicó: “¿Carolina Peleritti? No, ni la conozco, me la habré cruzado en un pasillo. Marengo sí, pero eso fue también parte de mis intentos de tratar de ir por el carril que tenía que ir”.
En este sentido, Marley ahondó en cómo fue su vínculo amoroso con Rocío Marengo, el cual no prosperó: “Ahí salí un tiempito con una chica, pero no era conocida, y ahí es donde él me dice ‘prendo la tele y te veo. Me quiero ir a Estados Unidos’”.
Si bien no pudieron conectar en lo sentimental, Rocío Marengo siempre habló bien del conductor e incluso reveló que guarda uno de los regalos que le hizo durante su romance: “No quiero quedar como cursi, pero quiero mostrar algo que nunca mostré, y banco mi actitud. ¿Quién no ha guardado una flor que le regalaron? Tengo la flor, posta. ¡Acá!”.