Daniela Viaggiamari, o más conocida por todos como Dani La Chepi, volvió al ruedo después de casi dos años de haberse alejado del medio para sanarse y darle batalla a la depresión. Actualmente se encuentra de gira con el espectáculo Vivila como querés, dirigida por Noralih Gago, y a nivel personal ya está mucho mejor.
En diálogo con Nico Peralta para Pronto, la ex Masterchef Celebrity habló del tema como nunca. "Venís de un momento heavy, que te costó a nivel salud. ¿Es tu resurgir?", le consultó el periodista de espectáculos. Y La Chepi respondió: "Sí, sí. Quería tatuarme el Ave Fénix o una frase que simbolice que ir para atrás es solo para tomar impulso. Muchas personas vivimos muy aceleradas, como arriba de un Fórmula 1, y nunca paramos para cambiar las ruedas o medir el aceite. Yo nunca paré desde que me quedé sin laburo en 2015: el año anterior había nacido Isa, me quedé sin trabajo en Los 40 Principales y salí a trabajar sin parar. Fui moza cantora, audicioné para cantar con Cacho Castaña y quedé, salía de ahí y me iba a Radio Pop, luego a Radio Belgrano y así sin parar. En un momento, el cuerpo me pasó factura. En el medio, me pasó de todo".
-¿Qué te pasó?
-Me había separado de una manera que no fue muy linda y en la casita que compré, que estaba destruida, metí a un arquitecto que era conocido de un ex mío y me terminó cagando. Me dejó todo mal, tuve que hacer todo de nuevo, me endeudé hasta la nuca y todavía no había terminado de pagar el piso. Murió mi papá, me salió un carcinoma en la teta y todo eso se fue reflejando en el cuerpo. Ah, me operaron de los riñones, con un catéter adentro. Un montón de cosas. No me di cuenta de las señales que me estaba dando el cuerpo y caí.
-¿Depresión?
-Mal. La ansiedad a veces está buena pero cuando te lleva a armar una obra de teatro o salir adelante para cumplir tus metas. Ahora, cuando la ansiedad se descontrola, te juega en contra. En mi caso, no supe controlar la ansiedad y no solo se me enfermó el cuerpo porque bajé de comer y bajé siete kilos sino que, además, se transformó en depresión. Hoy en día estoy medicada y haciendo terapia.
-¿Te hace bien?
-Sí porque me tomo muy en serio las sesiones. No estoy yendo a terapia sino haciendo terapia, que son cosas muy distintas. Te digo algo que me resulta fundamental: aprendí a decir que no. Y no te hablo solo del laburo porque necesito trabajar ya que mantengo sola a mi hija desde que nació. Si estoy cansada y no quiero ir a tal lugar, no voy. Antes me obligaba a hacerlo pero ahora me relajé y voy solo adonde quiero. No está mal decir que no y un día no hacer nada. Porque no hacer nada también es hacer algo. ¿Si siento cambios? Muchísimos. Cambió mi vínculo con el entorno.
La entrevista completa con Dani La Chepi está en la edición digital de agosto de revista Pronto, se puede descargar y leer de manera gratuita haciendo click en este link