Ana Paula Dutil se encuentra en un proceso de reconexión personal después de enfrentar años difíciles, marcados por una profunda depresión y la lucha contra sus propios demonios. Atrás quedaron los días en que no quería levantarse de la cama o buscaba refugio en el alcohol. Ahora, su prioridad es conectarse con la vida y atender las necesidades de sus hijos, quienes también sufrieron durante esos momentos oscuros.
Bautista Ortega, uno de sus hijos, le dedicó una canción donde expresó el dolor que sintió al ver a su madre intentar suicidarse. En una reciente entrevista, la exmodelo recordó aquellos tiempos en los que no tenía ganas de vivir y reconoció que tanto sus hijos como su trabajo la ayudaron a salir adelante. A pesar de que todos sus hijos (Teo y Noé, de su primer matrimonio, y Bautista e India, del segundo) estaban enojados con ella, Bautista fue quien más lo demostró. Hace poco, Ana Paula comentó que su hijo mayor decidió irse a vivir con su padre, Emanuel Ortega, y su actual pareja, Julieta Prandi. También mencionó que Bautista estaba un poco perdido respecto a qué carrera seguir.
"Bautista es el que más enojado está y tiene razón. Cuando él expresa su enojo, yo lo escucho porque sé que necesita liberar todo eso", compartió Ana Paula. Sobre la decisión de su hijo, reveló: "Él está en un momento de encontrar su camino. Creo que, en parte, estuvo muy pendiente de mí y ahora necesita reconectar consigo mismo... Yo no lo estaba ayudando en casa porque me cuesta poner límites debido a la culpa".
Ana Paula también admitió que durante un tiempo, sus hijos asumieron responsabilidades que no les correspondían. "Entiendo lo que pasó y cómo Bautista tuvo que convertirse en el cuidador de su madre. Llegó al punto de tener que cortarme el pelo porque no me bañaba y ponía un despertador cada hora para asegurarse de que no me hiciera daño. Fue demasiado", comentó. "Cuidar a su madre es algo antinatural para un hijo", agregó.
Bautista, según Ana Paula, revisaba la casa en busca de alcohol para quitarlo de su alcance. Al duelo por la separación de sus padres y el regreso a Argentina tras vivir 10 años en Miami, se sumó la depresión de su madre. En lugar de enfocarse en su propio camino, Bautista tuvo que cuidar de ella y en ese proceso se sintió perdido. "Cuando él necesitaba encontrar su rumbo, se encontraba con la responsabilidad de cuidarme", concluyó.