Luis Novaresio y Braulio Bauad blanquearon su romance 2019 y en 2021 se casaron. Aunque el periodista había expresado en varias ocasiones su deseo de ser padre, la pareja finalmente decidió no dar este paso.
En un reciente reportaje junto a Momi Giardini en Infobae, Novaresio reveló el motivo que lo frenó y detalló cómo es su relación con Vera, la hija de 6 años que su marido tiene en común con su amiga Virginia Laino.
El periodista contó que antes de conocer a Bauad consideró la posibilidad de ser padre. “Cuando fue la época en que se conocía que Fort había subrogado un vientre, también Marley, después. Pero hubo un momento que me dio un vértigo, porque cuando vos tenés que ir a llenar los papeles, te muestran cómo son, te dicen: 'bueno, ¿y quién se hace cargo si usted se muere?'. Y ahí dije: 'claro, ¿si yo me muero, qué pasa?'”, explicó.
Y que luego, con su pareja evaluaron la posibilidad de tener hijos propios. “Después lo conversamos con Braulio pero yo soy grande. O sea, me parece que la paternidad no es solo un acto para uno, sino es pensar en cuánto tiempo podés brindarle a tu hijo”, indicó.
Sin embargo, reveló que el principal motivo que lo llevó a desistir fue una enfermedad que tenía su madre y que es hereditaria. “Mi madre tenía una enfermedad que se llama Rendu Osler Weber, medio particular que generalmente salta una generación, o sea, la madre no la transmite al hijo, pero probablemente sí a los nietos. Entonces yo dije: 'no es invalidante', ¿pero viste? Y así que descartamos”, precisó.
Respecto a su vínculo con Vera, Novaresio contó: “Yo no soy el padre de su hija porque hay un papá y hay una mamá que son dos padrazos. Braulio y Virginia son increíbles, pero yo vengo a ocupar un nuevo lugar”.
Momi Giardini le marcó que ese lugar es más sencillo porque no es la persona que tiene que poner límites, pero el periodista señaló: “Ah, ¿no? Vení a casa. Yo soy el límite. Porque los chicos, me refiero a Braulio, Virginia, me habilitaron a que esto pase. Creer que solo una familia es la biológica, por ejemplo, es negarle a los hijos los adoptivos. Por ejemplo, nuestra familia extendió los lazos de amor. Hay un adulto más que se ocupa de la escuela, de la tarea, de llevarla, ese soy yo”.