Pablo Echarri no tiene reparos a la hora de dar su visión política y opinar sobre distintos temas de índole social. Sin embargo, el actor no siempre tuvo esta perspectiva crítica y consciente de la realidad. En una reciente entrevista en Blender, recordó el hecho que le cambió profundamente su forma de ver el mundo: el secuestro de su papá en 2002.
"Comencé con la actuación siendo un chico que le encantaba verse en la pantalla gigante, que le gustaba ver cómo había quedado el afiche de su película y disfrutaba mucho de esas cosas", explicó Echarri. Pero todo cambió cuando su padre fue secuestrado. "Fue un cachetazo de realidad. Fueron siete días de volada de cabeza total", remarcó.
Echarri describió cómo su vida cambió drásticamente después del secuestro. "Yo me maquillaba, me peinaba, me ponía la pilcha, me cuidaba en las comidas, corría arriba de la cinta, hacía mis películas y me encantaba. Me gustaba verlas y rebobinarlas y de golpe se llevaron a mi viejo", señaló con crudeza.
Ese momento lo hizo ver una realidad que hasta entonces no había visto. "Ahí descubrí que existía una Argentina que era completamente distinta a la que yo veía a través del cristal del actor. Toda esa parafernalia y esa luminaria era parte de algo muy lindo, muy atractivo, muy hermoso de vivir, pero la vida no era la realidad en la que yo estaba sumergido”, reflexionó.
Por último, Echarri concluyó: "A partir de esos días de octubre del 2002, descubrí una Argentina diferente y fui descubriendo un Pablo diferente también".