El conductor fue encontrado sin vida en su hogar de Ituzaingó. Por ahora se deasconocen las cicusntancias de su fallecimiento. Se está investigando y seguramente habrá autopsia.
Según el periodista Santiago Riva Roy, "Seria un accidente. Un corto circuito de un aire acondicionado que habria generado un incendio. Me dicen que al parecer la tota que era inquilino, venia reclamando por cortocircuito del aire acondicionado a los propietarios del lugar, quienes se apersonaron en este momento junto a su abogada".
Otro periodista, Fede Flowers, agregó: "Acabo de hablar con Horacio, hermano de La Tota Santillan (0:56 hs) que esta devastado y mientras se encaminaba al lugar me dijo: "Se le incendió un sillón , se electrocutó.." y me comentó que al parecer hace dos días el cuerpo se encontraba en ese estado."
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Por ahora no hay información oficial sobre las causas del deceso del conductor de la movida tropical.
La Tota tiene cuatro hijos: Leandro (34) y Daniela (36) y los pequeños Camila (9), Mia (7), fruto de su relacion con Soi Fiasche. Además, tiene seis nietos: Elías, Leila, Tobías y Micalea (hijos de Leandro); y Santino y Martina de parte de Daniela.
Nacido en San Martín, Mendoza, Santillán se trasladó a Buenos Aires junto a su familia en busca de mejores oportunidades económicas. Desde joven trabajó en las calles, vendiendo garrapiñadas y escobas, y luego se adentró en la vida nocturna como tarjetero de bailantas. Su perseverancia lo llevó a intentar suerte como conductor en 1990, aunque no fue seleccionado en ese momento. No obstante, a finales de esa década, su carrera tomó un giro decisivo tras conocer a Rodrigo Bueno en 1991, lo que dio lugar a una sólida amistad y colaboraciones icónicas en el ámbito de la movida tropical.
La vida de la Tota en los últimos años entró en un cono de sombra. Se mencionó que padecia depresión y bipolaridad.
En 2023 había sido condenado a 5 años y 6 meses de cárcel por violencia de género contra Sol Fiasche. Esto decía la acusación: "Sobre un hecho sucedido en 2013 cuando su pareja junto con dos sus hijas vivían en el barrio de Belgrano sobre la calle Roosevelt explicó que tras una discusión el hombre comenzó a insultarla la arrojó sobre una cama y la amenazó con una tijera a la que se puso cerca de sus ojos mientras le repetía que se los iba a sacar".
"Durante el verano de ese mismo año el acusado y su pareja se encontraban en Mar del Plata a bordo de un auto manejado por Carias (La Tota) y en un momento a toda marcha mientras decía 'te voy a matar en el acantilado y nadie te va a encontrar' la mujer se asustó e intentó abrir el auto para escaparse lo que derivó en que finalmente el hombre detuviera el vehículo", se menciona en otra parte de la denuncia contra La Tota Santillán.
En 2022, en una entrevista, la Tota afirmó: "No tengo resentimiento, ya no. Viví con bronca pero estoy bendecido por Dios. Soy agradecido a que Dios esté conmigo. Perdí muchos seres queridos y quiero tratar de recuperar la vida, el tiempo perdido y estar bien. Hoy me siento en paz. Me podría haber muerto".
También pudo describir las adicciones que atravesó, ya superadas: "Tuve adicción a la gordura, me operé y siempre fui adicto al trabajo. Trabajaba 16 horas y no me importaba pero a veces te tiene que importar la familia, darle un beso a una criatura porque el tiempo pasa tan rápido que después no podes ver a tus nietos o hijos".
"Me arrepiento de no saber decir que no, hoy ya sé decir
que no". Sobre su derroche de dinero, explicó: "En su momento hice la casa y se la di a mis hijos. La otra que hice quedé mitad con la pareja que tuve", refiriéndose a sus hijos mayores.
Hace dos años abrió su corazón en una entrevista con Gastón Pauls en Seres Libres.
"Soy ansioso, a veces tengo ese miedo de quedarme sin trabajo. La adicción al trabajo me ha superado, me ha llevado a perder familia, me ha llevado a perder el trabajo, sin vehículos. He ganado, pero muchas veces he perdido."
"Cómo se llega a perder una familia por el trabajo? Es porque primero necesitas trabajar un montón de horas. Cuando uno viene hacia abajo, te pones a pensar que te vas a quedar sin trabajo y que mañana no sabes si te van a volver a llamar. Tenés ese miedo de que no te vuelvan a llamar y si quieres estar con tu familia, decís: 'no, esperen, primero está el trabajo.' Y es un error, primero está la familia."
"Por ejemplo, siempre que decía voy a trabajar en la temporada de Mar del Plata, en un día durante 15 años estuve en la calle Rivadavia. No tener una casa para tu familia... bueno, me da un departamento, pero tienes que decirle a tu familia: 'no, mire, ustedes no van a poder ir.'"
"Yo probé todo y dije: 'no, esto no es para mí.' No me molestaba, pero me ponía mal. Ver a mis amigos envueltos en esto me hacía sufrir muchísimo. Lloraba por mis amigos. Los amigos del campeón, las grandes mesas largas que terminabas pagando... yo muchas veces me autodestruía, pero también supe decir que no."
"Con la comida fue una lucha. Después de la pérdida de mi madre, fue una adicción a la gordura. Empecé a subir de peso y era imposible seguir a pesar de los 220 kilos. Hice una operación, y aunque parece que el problema terminó, esa ansiedad de seguir comiendo sigue."
"Hoy estoy en 135 kilos. Pensaba en 220, cómo se bajan 80 kilos. Lo bajé, me operé y calmándome. A veces, recordando situaciones de antes, como cuando me tomaba cuatro botellas de vino... son adicciones que no ves."
"Con 220 kilos, tuve que ayudarme solo. Me subí a un avión y vi que la mesita me quedaba por acá. Me di cuenta que me estaba autodestruyendo, tomando cuatro botellas de vino, cinco de champán. Perdí seres queridos, familia, amigos, y después te preguntas por qué los amigos se borraron."
"Tuve varios episodios de brotes sicóticos. Me volvió loco no ver a mis hijas. Mis hijas... ver las familias destruidas. Tuve el primer brote y fui dejando el juez Cruciani un celular, me encontré en el olivo pidiéndole a Macri que pague lo que me debían en una pauta publicitaria, pidiendo regalos para mis hijas."
"Me afectó en la bebida, era tomar una botella de vino. Me hacía difícil, pero estoy con Dios, estoy entrenando a Dios y siempre agradecido. Si no hubiera querido a Dios, no estaría hoy acá."
"Me refugiaba en el alcohol para matar mis penas, pero no servía de nada. He aprendido a auto protegerme todos los días. Hemos perdido seres queridos, pero agradezco a Dios la posibilidad de seguir adelante."