A través de sus redes sociales, Diego Ramos le contó a sus seguidores que finalmente pudo someterse a una operación que le cambió la vida. A sus 51 años, el actor se sometió a una intervención para dejar de usar anteojos y recuperó finalmente su visión.
Completamente feliz, el protagonista de "Sex" le contó a sus 700 mil seguidores que estaba a punto de ingresar al quirófano. "Me voy a operar este ojo, el segundo, muy bien y ahora vamos a repetir la experiencia. Ahora salgo viendo todo", reveló en Instagram.
En menos de 10 minutos, el actor subió otra historia diciendo: "Segundo ojo adentro. 7 minutos, creo que menos. Es increíble porque yo ahora veo muy bien del que me operaron la semana pasada y este se me está acomodando y estoy viendo genial".
Emocionado, Diego Ramos contó lo que significaba para él esta intervención: "Chau anteojos. Desde los cuatro años que uso anteojos... chau lentes de contacto, chau cualquier cosa. Placer total, cero nervios, cero ansiedad, pura relajación en esa camilla y veo todo. Recomiendo 100%".
"Es increíble. Hace menos de una hora me operaron y ya estoy caminando. Me puse anteojos por las dudas: por el viento y por el sol, qué sé yo... pero la verdad es que no siento absolutamente nada...", confesó Diego Ramos a través de sus redes sociales.
Luego, confesó: "Recién vi la letra chiquita de un papel pegado en una casa y no lo puedo creer... creo que desde los 4 años que nunca vi así y esto se me va a acomodar. Obviamente ahora tengo la pupila dilatada. ¡Estoy feliz de la vida, chocho!".
Al llegar a su hogar, Diego Ramos aseguró que no había sentido ningún tipo de dolor durante la intervención. "Desde los 4 años que uso anteojos. Nunca vi de esta manera y es tan emocionante. Cualquiera que use anteojos me va a entender", afirmó el actor.
Sobre la cirugía, dejó en claro que "todo fue maravilloso" y en todo momento se sintió acompañado por el personal de la clínica. "Al momento de la operación en sí no sentís absolutamente nada. Te echan agua todo el tiempo entonces lo que parece es como si estuvieras en una pileta con el ojo abierto. Adentro del quirófano son 7 minutos exactos y es otra vida", reveló