Leo Montero, quien estuvo a punto de ser el conductor del Cantando, celebra 15 años de matrimonio con su pareja María Laura Tedesco, la Bichi como la apodó cuando la conoció. Luego de cinco años de relación, los enamorados dieron el “sí” en una increíble fiesta. Te contamos todo.
El conductor y la vestuarista tienen una hermosa historia de amor que comenzó en los pasillos de TyC Sports en 2004. El conducía un programa de la NBA y ella se desempeñaba como vestuarista. Hasta ese momento solo era un saludo casual, aunque Leo ya le había puesto los ojos. “El primer día que la vi le pregunté a un colega quien era”, confesaba Montero a Pronto en 2009.
Cinco años después de empezar a salir, la pareja pasó por el Registro Civil de Beruti 2120, en Palermo y sellaron su amor. Si bien la cita era a las 11:30 hs, la ceremonia se demoró unos minutos debido a que la fuerte lluvía le impidió llegar puntual a la hermana de la novia.
Para el día tan esperado Bichi lució un vestido étnico de la última colección de Benito Fernandez. Lo acompañó con unas sandalias color suela de Ricky Sarkany. Por su parte, Leo eligió un clásico traje negro, camisa blanca y corbata negra.
Ante los 50 invitados y después de las palabras de los cuatro testigos, José Fabián “El Gallego”Pérez y Diego Pérez, por parte del novio y dos íntimas amigas de la infancia, por parte de la novia, la pareja dio el “sí”.
La fiesta se llevó a cabo en un salón de Parque Leloir y entrada la tarde comenzaron a llegar algunas caras conocidas de la televisión y compañeros de trabajo de la pareja. Entre ellos estuvieron, Vero Lozano y su pareja, Corcho Rodriguez, Walter Queijeiro, Augusto Tartufoli, Adrián Cormillot, Quique Feldman, Darío Villarruel, Osvaldo Principi y Toti Ciliberto.
Antes de que lleguen los novios, sus seres queridos y amigos degustaron del catering de Le Frere que ofreció sushi, salmón ahumado, ostras al limón y al champagne, bowl de langostinos, show de pastas, paella, tacos mexicanos de res y de pollo, riñoncitos al jerez, entre otros platos.
Pasadas las 14 horas, los recién casados llegaron a su fiesta en su propio auto. Los esperaban los 152 invitados en el patio del salón para dar inicio al festejo. La novia sorprendió con un cambio de look y aunque no llevó el clásico vestido blanco pomposo se llevó todos los halagos.
“No quería uno largo convencional. Preferí uno sencillito, corto, onda hippie chic”, explicaba la vestuarista a PRONTO. Otra de las cosas fuera de lo habitual en el festejo fue que los novios no intercambiaron alianzas. Tampoco bailaron el vals, ni hubo torta de boda.
Luego de inaugurar la pista de baile al ritmo de La Mona Jiménez, se dio inicio al primer plato que constó de un dúo de crepelines bicolor de espinaca y queso gruyere, ricota, jamón y mozzarella, acompañado con una salsa rosa suave.
El principal fueron rondines de ave rellenos de tomate confitado, mozzarella en suero y albahaca montados sobre papa rosty con crema a las finas hierbas. De postre, lemonchamps.
Cuando cayó la tarde, los novios fueron sorprendidos con un show del grupo Improcrash que brindó un show de improvisación y humor. El festejó se extendió hasta la medianoche, pero antes de que llegue a su fin, se sirvió una bandejeada de pizzas y empanadas con vino tinto y fernet.
“La fiesta cumplió mucho más que nuestras expectativas, jamás pensé que nos íbamos a divertir tanto”, afirmaba Leo.