A pocos días de volver al teatro con Sex -que retoma las actividades en el Gorriti Art Center a partir del 9 de enero-, Julieta Ortega aprovecha para disfrutar de su familia y compartir su tiempo también con amigos. Mamá de Benito, fruto de su relación pasada con Iván Noble, la actriz habló como nunca de su vínculo con el músico.
Antes de referirse al músico, contó sobre su hijo: "Con Benito tenemos una relación muy íntima y él tiene una mamá actriz. No soy una mamá convencional. Trabajo desde que él nació y volví al ruedo cuando él tenía tres meses. Benito se crió en un set de televisión y en camarines de teatro. Entonces, para él es natural y te podría decir que de todo lo que hice hasta ahora, Sex es lo que más le interesó".
"No suele venir dos veces a ver algo de lo que hago y a Sex ya fue dos veces. Y ahora va a ir con su papá, que cuando vio lo que estaba publicando en redes me dijo: ´Bueno, voy a armar una mesa con amigos. Me parece que me voy a divertir´. Y le respondí: ´Sí, la vas a pasar bomba´. Todo el mundo que vino a verla, me dijo lo mismo: ´Salimos muy arriba´. El espectáculo genera eso: energía, alegría, todo muy arriba", contó en charla con el periodista Nico Peralta.
"¿Con Iván Noble tenés un vínculo de amigos?", quiso saber el redactor de Pronto y Julieta respondió: "No sé si amigos. Somos una pareja de padres, que es mucho para compartir con alguien. Es de las cosas más importantes que podés compartir con otra persona: un hijo y su crianza. Tenemos una responsabilidad muy grande, un respeto mutuo y creo que a los dos nos gusta quien es el otro. Nos consideramos mucho".
"Yo considero mucho su opinión y hablamos un montón de Benito, aunque ahora cada vez menos porque él ya es grande, tiene su teléfono y habla con los dos por separado. No es como cuando era chiquito, que había que arreglar todo el tiempo cosas y combinar. Sí es un tipo que me consulta cosas de su trabajo y yo del mío. No sé si somos amigos pero tenemos una relación de cariño y respeto. Y la complicidad que significa compartir un hijo", agregó.
-Habla de la madurez de ustedes. No todas las ex parejas se llevan bien, incluso muchas se separan odiándose. ¿Fue un laburo enorme?
-En mi caso, no fue un laburo enorme. Se dio así, ¿sabés? Te miento si te digo que fue un trabajo grande. Tuve suerte en mi separación; la suerte que tal vez no tuve en el matrimonio porque sino no se hubiera terminado a los siete años. O por ahí sí. Hoy siete años es un montón y, de hecho, no volví a estar con nadie ese tiempo. En términos prácticos, nos terminamos separando y la separación fue en todos los buenos términos que pueden darse. Lo cual no me significó un trabajo muy grande llevarme bien después.
-Tus papás están juntos de toda la vida. ¿Es un peso extra su mirada cuando uno desarma una pareja y ellos tienen un matrimonio tan ejemplar?
-No. Para mí no lo fue porque yo nunca proyecté eso para mi vida. Siempre pensé que está bueno ser hija de este matrimonio y estar en esta familia que siempre se mantuvo unida porque me beneficié mucho de eso. Obviamente no es lo mismo tener a los padres en la misma casa que no tenernos. Soy totalmente consciente de eso; no es que creo que da igual. Sin embargo, por como soy yo y por lo que me conozco desde muy chica, siempre supe que había muchas chances de que yo no corra con esa suerte y que ese no fuera mi destino. No lo tomé así, como un fracaso.