En el año 2000, durante una de sus estadías en Cuba para tratar su adicción a las drogas, Diego Armando Maradona recibió un regalo especial de su amigo, el entonces presidente Fidel Castro: una casa en el exclusivo barrio de Miramar, en La Habana. Esta residencia se convirtió en un refugio para el astro del fútbol durante sus visitas a la isla.
Tras el fallecimiento de Maradona en noviembre de 2020, surgieron detalles sobre esta propiedad. Mauricio D'Alessandro, abogado de Matías Morla, reveló que Tony Castro, hijo de Fidel, contactó a Morla para recordarle que la casa permanecía intacta, tal como Diego la había dejado. En su interior, se conservaban objetos personales del futbolista, incluyendo fotos y cartas de líderes mundiales, lo que la convertía en una cápsula del tiempo de su vida en Cuba.
“Llamó el hijo de Fidel Castro a Morla, para recordarle que Fidel le regaló a Diego Maradona la casa de La Pradera”, contó el abogado en ese momento, antes de aclarar: “Hay un viejito cañero que cuida esa casa. Hay que entender que lo llama el hijo de Fidel Castro a Morla. No llamó a otra persona, lo llamó a Morla, para recordarle que en el altillo de esa casa hay decenas de objetos de Maradona”.
“Hay fotos, cartas de líderes mundiales, todo para hacer un museo. Las paredes están intactas, como las pintaba Maradona con aerosol. La casa está intacta y está disponible”, cerró.
Sin embargo, la transferencia de esta propiedad a los herederos de Maradona presentó desafíos legales. Al ser un obsequio personal de Fidel Castro y debido a las particularidades del sistema legal cubano, la casa no podía ser vendida ni transferida fácilmente. Esta situación generó incertidumbre sobre el destino de la residencia y los valiosos objetos que contenía.
A lo largo de los años, la casa de Miramar ha sido objeto de interés tanto para fanáticos como para historiadores. Su estado actual y uso permanecen en gran medida desconocidos, y las autoridades cubanas no han emitido declaraciones oficiales al respecto. La residencia sigue siendo un símbolo de la estrecha relación entre Maradona y Cuba, y de su amistad con Fidel Castro.