Tras un tiempo alejada de la pantalla, Andrea Del Boca volvió al ruedo el año pasado con Bake off Famosos, donde se lució como una de las 14 participantes del reality de pastelería que transmitió Telefe, con la conducción de Wanda Nara. Allí, la reconocida actriz no solo se destacó en las hornallas sino que, además, repartió besos de novela para todos lados.
Sobre los picos que les dio a sus compañeros, Andrea contó: "Eso me encantó porque pude jugar con el humor y divertirme desde otro lado. Wanda desde el primer programa quería que le enseñara a llorar o que le explicara cómo eran las cachetadas en la ficción. Todo eso me lo preguntaba mientras yo pensaba en pesar los ingredientes para ponerme a cocinar. Yo le decía: ´Wanda, ¡me vas a hacer perder la cuenta de los huevos que tengo que poner!´. Lo de los besos surgió espontáneamente".
"Lo apodaron ´el chape tour´, que siguió incluso en otros programas", le comentó el periodista Nico Peralta y Andrea contestó: "Sí, tal cual. En homenaje al chape tour de Lali Espósito, armamos el chape tour de Bake off. Tuve sorpresas muy interesantes porque, de verdad, no me imaginaba que iba a dar tantos besos. Al final, besé a Damián De Santo, Mariano Iúdica, L-Gante el día que vino de invitado y por fuera de Bake off besé a Paulo Kablan en A la Barbarossa y a Ariel Rodríguez Palacios en Ariel en su salsa. Me divirtió porque fue todo un juego. El reality permite jugar y más en este caso, que todos veníamos de distintas disciplinas y nos divertimos un montón".
Del Boca no conocía a casi nadie en persona de sus ex compañeros de reality. "A Angela Leiva la conocía por tu trayectoria en la música y habíamos participado en un programa como invitadas pero nunca había trabajado con ella todos los días, por ejemplo. Lo mismo con Verónica Lozano o con Mariano Iúdica, a quienes conocía pero no de vernos todos los días. Con Damián de Santo tenemos amigos en común y siempre decimos de hacer algo juntos pero no se dio", sostuvo.
Y completó: "Era una energía muy linda, muy divertida y de compañerismo. De a ratos, parecíamos un grupo de secundaria tardío. Nos compartíamos recetas, nos mandábamos mensajes, nos alentábamos y no competíamos entre nosotros. Bake off es como una gran estudiantina. Por eso, dentro de la estructura podíamos jugar cada uno y en mi caso surgió lo de los besos mientras que Angela o Javier Calamaro cantaban mientras cocinaban. Fue divertido para nosotros y también para el público. Nos ayudó a conocer la otra cara de las personas que siempre vemos haciendo otra tarea en específico".