El cumpleaños número 81 de Susana Giménez tuvo un detalle que no pasó desapercibido: la ausencia de su nieta, Lucía Celasco. A diferencia del gran festejo de sus 80 años en su chacra de Punta del Este, la diva optó esta vez por una celebración más íntima en un exclusivo restaurante de Miami, rodeada de su hija Mercedes Sarrabayrouse y un pequeño grupo de amigos. Pero la gran ausente generó más revuelo que los propios invitados.
Según reveló el periodista Gustavo Descalzi en A la Tarde (América TV), la relación entre la diva y su nieta no estaría en su mejor momento. "En la mesa había lugares vacíos. Alguien que es como la reencarnación de Susana faltó. No estaba lejos. Susana estaba en Miami y Lucía en Nueva York. Son dos horas de avión y no fue", detalló Descalzi.
El conflicto entre la diva y su nieta vendría de hace más de un año. "Hubo una actitud juvenil y contestataria por parte de Lucía que no le gustó a Susana. Cuando se quedó en su casa de Miami, dejaba las cosas tiradas, llevaba amigas… eso la molestó mucho", explicó el notero.
Pero el dato más llamativo es que Susana la esperaba en su cumpleaños y hasta le había reservado un lugar en la mesa. "Estaba invitada y Susana lo vio como una ofensa. Para la foto, hasta unos minutos antes, estaban puestos los platos y se sacaron cuando se hizo la foto", reveló Descalzi. Además, contó que la diva no paraba de preguntarle a Mecha si la joven iba a asistir o no, evidenciando que la esperaba hasta último momento. ¿Cómo seguirá su relación?