La boda de Oriana Sabatini y Paulo Dybala, en julio del año pasado, destapó una olla a presión. Si bien ya se sabía del enfrentamiento entre su papá y su tía, Ova y Gabriela Sabatini, lo fueron maquillando hablando de la distancia, porque la extenista vive en Suiza, y demás.
Pero la boda expuso, porque Gaby no viajó para estar con su sobrina. Teniendo en cuenta la relación cercana que ellas tuvieron, que haya elegido no estar, dijo mucho. Por estas horas, Oriana vino a la Argentina por trabajo, también para visitar a los suyos, y habló del tema.
“Yo no tengo nada que decir. Si en algún momento se da esa charla, buenísimo”, dijo y desde LAM, le preguntaron si le gustaría recomponer el vínculo: “Sí, obvio. Para mí la familia es re importante, pero yo creo que, eventualmente, la familia la elige uno”.
“Creo que cuando las personas quieren estar en la vida del otro, siempre va a haber un lugar para ellos en mi casa. Por eso te digo, de mi parte no tengo ningún problema que me esté molestando. Esa puerta siempre está abierta”, subrayó la artista.
Sobre un posible enojo de su tía, manifestó no estar al tanto. Un rumor es que no querían a su pareja, y Oriana cortó con ese murmullo: “Eso es mentira. Si lo dicen desde un lado homofóbico, mi familia no lo es. Yo salí besándome con una chica en un videoclip a los 20 años, mi mamá es súper abierta, y a través de los años, su pareja siempre fue re bien recibida”.