Ex jugador de fútbol de clubes como Vélez Sarsfield, River Plate y de la Selección argentina, Claudio Turco Husaín (50) estaba trabajando como analista deportivo en DirecTV Sports cuando, de buenas a primeras, lo tentaron para sumarse a Masterchef Celebrity y no lo dudó. El asegura que le gusta cocinar y está disfrutando al máximo su participación en el reality culinario de Telefe que conduce Wanda Nara en el prime time del canal de las pelotas.
Si bien su presente es exitoso y está contento, el Turco viene de pasarla muy mal y de luchar durante muchos años contra la depresión. En charla íntima con el periodista Nico Peralta para Pronto, el ex deportista confesó: "Después de jugar estuve mucho tiempo, te hablo de dos años y medio fácil, en un estado de depresión muy grande. Fue muy difícil haber recorrido ese camino".
Y ahondó: "Me costó muchísimo dejar la actividad. No me preparé para dejarla y no encontré a nadie que me prepare o que me convenza de lo que yo tenía que hacer y cómo lo tenía que hacer. Fue bastante brusco el final y no encontré un camino que me diga: ´Bueno, probemos por acá´. Fui viviendo el día a día, como me salía, como lo veía y como podía, hasta que después de verme en un espejo pesando 135 kilos, dije: ´No, por acá no es´”.
-¿Te estabas matando?
-Sí, sí, la verdad que sí. Sin darme cuenta, porque decía: “Bueno, tranquilo que voy a salir, mañana empiezo, mañana empiezo” y así pasaron dos años y medio. Estuve estos dos años y medio sin trabajo, sin fútbol, sin nada. Muy duros.
-¿Te comiste los ahorros?
-Y sí, podría decirse que en parte fue un poco bravo. A ver: no hice macanas porque tenía por suerte una situación arreglada. Nunca fui un inconsciente de despilfarrar lo poco que había conseguido. Siempre en ese aspecto fui cuidadoso, pero sí conmigo mismo y con mi persona fui descuidado. Muy descuidado.
-¿Qué te hizo el click para salir?
-Fue ese día que mi miré al espejo, con 135 kilos. Tenía que pasar ese día. No sé, Dios me mandó un mensaje y tenía que pasar ese día, de mirarme y decir: “Hasta acá llegaste, no va más”. De a poquito fui saliendo. Fue un trabajo también de un año y pico de soledad y con una cabeza de querer salir, no con la cabeza anterior. Entonces empecé de a poco a hacer ejercicios, de los que me acordaba del fútbol.
-¿Entrenabas solo?
-Sí porque tenía tanta vergüenza de mí físicamente y de lo que me había hecho, que no quería que nadie me viera. Vivía en un barrio cerrado y salía a caminar de noche, para que la gente no me cruce y no me vea. Pero no porque yo sea un asqueroso que no quería hablar con nadie sino porque sentía vergüenza de que me vieran como estaba. Aparte un comentario del estilo: “Ey, Turco, qué hiciste, mirá lo gordo que estás”, me hubiese matado. Entonces intenté cuidarme desde ese lado para empezar a salir. Te hablo de que caminé noches y noches, por meses.
-¿Hasta qué…?
-Un día, una mañana, me decidí. Dije: “Bueno, que me digan lo que me digan, que me cruce con quien me cruce, que no me importa”, y empecé a ir al gimnasio y a sociabilizar. Empecé a estar otra vez en contacto con gente que más o menos hablara de fútbol, que me invitaran a jugar al fútbol, y me encontré con gente divina. Nunca nadie me dijo nada y de ahí hasta acá bajé más de 50 kilos.
-¿Tuviste ayuda psicológica?
-No, no. Intenté pero no, no pude. Había buenos psicólogos y profesionales pero mi caso era algo que evidentemente lo tenía que pasar así como lo pasé. Porque fui a un psicólogo y a los tres meses me di de alta porque sentí que estaba pagando algo que no se iba a solucionar. El psicólogo no se dedicó a lo que yo me dediqué, desde la edad en que yo me dediqué, y el desgarro que vos sentís cuando dejás todo eso no es explicable. No podía explicar ni poner en palabras lo que sentía. Le dije al psicólogo: “Vos te habrás quemado las pestañas para estudiar, te respeto y te admiro, pero no tenés una solución porque yo no te sé explicar lo que siento. Me voy de acá, te agradezco y voy a mi casa y lloro todo el día porque tengo 38 años y no juego más al fútbol, que lo jugué desde los cinco años”. Finalmente, así pasaron dos años y pico largos de depresión.
-¿Estabas en pareja, conviviendo con alguien o solo?
-Estaba entre solo y pareja, pero nadie te entiende y aparte peor si no estás bien. Mi vida en ese momento fue para el olvido. Por suerte no me acuerdo nada, te lo juro por mi hijo. Tuve la capacidad de bloquear eso. Sí me acuerdo lo que viví y cómo la pasé, pero bloqueé mi vida ahí. Lo único que sé es que todo fue malo pero lo bloqueé entero, todo, eh. Todo me recordaba a algo feo.
La entrevista completa con Claudio Husain está en la edición digital de noviembre de revista Pronto, se puede descargar y leer de manera haciendo click en este enlace