Instalada desde hace largos años en el mundo del teatro, Celeste Muriega esta temporada se luce en Carlos Paz en la obra No te vistas para cenar, que se presenta en el Teatro del Sol y donde comparte el elenco con Gladys Florimonte, Nico Riera, Lali González y Christian Sancho, su marido en la vida real.
Si bien hoy atraviesa un lindo momento profesional, Muriega no se olvida de sus inicios, ligados a Ricardo Fort. En charla con Nico Peralta para Pronto, la bailarina y actriz habló como nunca del recordado chocolatero. "En 2010 hice mi primera obra under en Mar del Plata, con Marcelo Iripino y el Grupo Zapping, y a partir de ahí no paré más. Desde ese momento vengo haciendo temporada en forma consecutiva todos los años. Me apasiona y pasé por music hall, revistas, comedias y me mostré en un montón de facetas. Pero entiendo que el Bailando por un sueño era tan masivo que hizo que todos me conocieran más por la danza. En Carlos Paz, por ejemplo, la primera obra que hice fue Mi novia, mi novio y yo, en el Teatro Libertad con Ricardo Fort y un elencazo", recordó.
-Uy, cuántas historias tendrás, ¿no?
-Miles. Yo había hecho un casting y Ricardo me eligió para trabajar en Fortuna, en la calle Corrientes. Cuando terminamos con esa comedia musical, Ricardo me preguntó: “¿Y ahora qué vamos a hacer?”. El me quería bailando pero estaba armando una comedia para Córdoba. “Te quiero ver actuando ahí”, me propuso y me vine a Carlos Paz. Fue una experiencia hermosa: compartí camarín con Beatriz Salomón, el escenario con Jorge Martínez, Adriana Salgueiro, Jean Francois Casanovas, con quien después tuve la posibilidad de hacer Fort con Caviar y ahí sí pude cantar, bailar y actuar, con banda en vivo y la dirección de Roberto Antier. Aprendí muchísimo de Ricardo y siempre digo que él confiaba más en mí que yo misma de lo que podía dar arriba de un escenario.
-¿Cómo lo recordás?
-Con mucha alegría y siento que cada cosita que voy logrando a nivel artístico se lo debo a él. Trato de mirar una estrellita y dirigirme a él con el pensamiento y agradecerle siempre por toda la confianza que me brindó a nivel artístico.
-¿Dónde creés que estaría hoy, si él estuviese en este plano?
-Uy, es muy difícil imaginarlo a Ricardo con el paso del tiempo porque siempre me dijo que no iba a llegar a viejito, que él sabía que se iba a ir antes. Siempre fue un visionario y un poco brujito en ese sentido. Sabía que su desenlace no iba a ser de grande, que no se iba a morir de viejo sino que se iba a ir rápido y pronto. Obviamente, yo le decía que se callara la boca y que no dijera esas cosas. El hecho de habérmelo anticipado hace que yo hoy ni lo pueda imaginar en el presente. El había decretado su desenlace repentino.
-¿A sus hijos, Marta y Felipe, nunca más los viste?
-Sí, sí. A Felipe menos pero sí, los he visto un montón. A Martita la veo más y cada vez que podemos nos hablamos. No tengo una relación muy del día a día pero sí tenemos muy buena onda. De hecho, cuando ella cumplió los 15 me pidió que le hiciera el show para su fiesta. Le preparé un show de batucada y orientado a lo que quería para su cumpleaños. Ella sabe quiénes estuvieron con su papá por el cariño y el amor y los distingue muy bien a todos. Supo quererme y la conozco de muy chiquitita. Ahora más de grande nos cruzamos más y es una persona que me lleva directamente a su papá. La veo a Marta y siento que es Ricardo en mujer, en su máxima potencia.
La entrevista completa con Celeste Muriega está en la edición digital de febrero de revista Pronto, se puede descargar y leer de manera haciendo click en este enlace
Fotos: Luis Varela