Patricia Viggiano es una de las actrices más queridas de la ficción nacional. Con una carrera que despegó en los años 80 y la llevó a protagonizar éxitos como Mi Cuñado, supo ganarse el reconocimiento del público y el respeto de sus colegas. Aunque su última participación en televisión fue en Casi Feliz (2022), la actriz sigue presente en la vida de sus seguidores, pero desde un lugar completamente distinto.
Más allá de la actuación, Patricia ha encontrado un camino de transformación personal a través de la espiritualidad. Desde hace años, estudia técnicas de meditación y autoconocimiento en el centro Reencuentro del Alma, dirigido por Silvina Scotti. Su compromiso con esta práctica la llevó a dar clases y talleres, compartiendo sus conocimientos para ayudar a otros en su desarrollo personal.
En lo personal, Patricia formó una familia junto al empresario y músico Diego Chornogubsky, con quien tuvo dos hijas, Olivia y Lucila. A pesar de algunas idas y vueltas en su relación, la actriz ha destacado que siempre vuelven a elegirse mutuamente.
Este año, la familia se agrandó con la llegada de Camelia, la segunda hija de Lucila, un evento que llenó de felicidad a Patricia. A través de sus redes sociales, expresó su emoción: “Bienvenida, Camelia, a la familia. ¡Te amo tanto! Gracias Lucila y Panchito por regalarme la posibilidad de ser abuela una vez más. Amo serlo, tanto como amo ser mamá”.
Mientras Lucila se dedica a la cocina y triunfa con su podcast Nadie nos Avisó, Olivia sigue los pasos de su madre en la música y la actuación. Con el mismo amor y apoyo que recibió en su camino artístico, Patricia ha sabido acompañar a sus hijas en sus propias pasiones.
Hoy, Viggiano disfruta de una vida equilibrada entre la espiritualidad, la familia y la alegría de ser abuela, demostrando que la reinvención es parte esencial de su historia.