Lo que en un principio se presentaba como una gran oportunidad para relajarse, disfrutar y conocer lugares nuevos, se terminó convirtiendo en una pesadilla para Fiorella Giménez. La bailarina viajó a Brasil con su abuela en plan descanso pero durante una de las típicas excursiones en Río de Janeiro, la pasó fatal.
En sus redes contó que había sido drogada sin su consentimiento y dio detalles específicos de lo vivido para alertar a los turistas y evitar que pasaran por algo así. "Fuimos a conocer una Favela y éramos un grupo chico: mi abuela, yo, el guía y dos turistas brasileños. En un momento paramos para comer y los brasileños nos convidaron un poco de su licuado de banana. Pensamos que eran re buena onda pero mi abuela no quiso el suyo y me lo dio a mí", relató la bailarina.
El recorrido siguió y Fiorella empezó a sentirse muy mal. "Tenía cansadas las piernas pero seguí. Al rato ya me temblaban las piernas, y empiezo a sentir lo mismo en los brazos".
Aunque el guía sugirió que podría haber sido un bajón de presión por el calor, ella no confió y le compartió sus sensaciones a la abuela. "Ella la tiene más clara que todos, me agarró del brazo y me sacó. Estuvimos caminando como 40 minutos hasta que encontramos un taxi. Llegamos al hotel y me quedo palmada. Me levanto y sigo sintiendo lo mismo casi por dos días", relató.
Pero lo que encendió las alarmas de Fiorella fue que uno de los turistas, la buscó por Instagram y le preguntó cómo se sentía. "Él en el recorrido se me había acercado pero me sentía tan mal que no le di cabida. ¿Por qué me escribe? ¿Cómo sabía que estaba mal?", se cuestionó.
Lo cierto es que ese mismo día, charlando con su psicóloga, ella le reveló algo fuerte: "Me contó que a otra paciente le había pasado por una situación similar pero en un boliche".