Desde hace algunos años que Tiziano Gravier, el hijo de Valeria Mazza, que tiene 23 años, comenzó a prepararse para codearse con los mejores en el mundo del esquí. Sin embargo, hacer de esta pasión una profesión obliga a realizar algunos sacrificios, por lo que se animó a mencionar cuáles son las cosas que resignó.
El hecho de ver cómo el trabajo surte efecto y la dedicación te impulsa a lo más alto, provocó que el hijo de la modelo se comprometa al 100% con esta actividad. Es por eso que hace tiempo mencionó que “es un orgullo y una responsabilidad muy grande que me encanta asumir”.
Durante sus años de adolescencia, cuando aún estaba cursando sus últimos meses en la secundaria, Tiziano Gravier comenzó a darse cuenta de lo que eran los sacrificios para poder convertirse en un deportista profesional y con la ilusión de ser olímpico.
Es por eso que en la recta final de la secundaria, el hijo de Valeria Mazza renunció a la posibilidad de irse de viaje de egresados, y tampoco tuvo su fiesta como la mayoría de los jóvenes actualmente. Pero la situación iba más allá, ya que hasta se perdió la graduación y entrega de diplomas por compromisos vinculados al deporte: “Me hubiese gustado, pero era eso o el esquí… y tenía clarísima la decisión…”.
En lo que respecta al inicio de su pasión, el joven de 23 años comentó: “Mis papás aprendieron de grandes y nos llevaban a practicarlo dos o tres semanas al año. Arrancamos en una escuelita con instructores. Cuando mi hermano mayor tenía ocho, lo invitaron a competir en San Martín de Los Andes y ganó. Él siempre fue mi referente y el que iba rompiendo un poco el hielo. Cuando tuve la edad, yo también comencé a competir”.
Además, hace un tiempo confesó que planea sus años para poder disfrutar al máximo de la nieve y aprovechar para mejorar su nivel de esquí: “Desde hace dos años estoy seis meses en la nieve, entre el sur argentino y Europa. El colegio siempre me apoyó: me bancan las faltas por la Ley nacional del deporte y además estuvieron a mi disposición para que pudiera seguir con los apuntes a distancia, entregando trabajos prácticos y comunicándome con los profesores por mail”.
Pese a todo este sacrificio durante su adolescencia, Tiziano Gravier reconoció que ese no fue el mayor, ya que destacó: “El mayor sacrificio es en el día a día, tratando de ser la mejor versión de uno mismo”.
“Porque cuando no estoy en la nieve, entreno, voy al kinesiólogo, al nutricionista… ¡y me pierdo momentos lindos como el viaje de egresados o millones de juntadas con amigos! Por suerte mi familia me apoya y acompaña siempre que puede”, indicó sobre cómo Valeria Mazza está apoyando este proceso.