Guido Kaczka vivió una situación particular en Los 8 escalones. Fue tal lo que se generó, que el tema escaló en redes sociales de la mano de un nombre que no tiene que ver con el medio artístico pero que, de alguna manera, se relaciona. Incluso, la frescura y calidez de la joven en cuestión, colaboró.
Al inicio del programa, el conductor presentó a Abril Duhalde, y la primera consulta fue sobre si es pariente del expresidente, Eduardo Duhalde. “Lo dejo a tu criterio Guido”, respondió la joven, al mejor estilo Karina Jelinek. El ciclo avanzó, y Kaczka no pudo saber nunca si hay una relación de parentesco.
Abril, de 23 años, charló con PRONTO y respondió esa pregunta y tantas horas. Una historia que invita a conocerla, a saber un poquito más de ella. Antes que nada sí, es pariente de Eduardo, y sostiene que no reniega del apellido, sino que lo lleva con orgullo.
—¿Cómo se dio tu llegada a Los 8 escalones? ¿Buscabas la exposición, la fama, o ganar el juego?
—Fue gracias a mi mejor amiga. Siempre que vemos el programa, me ve atinando todas las respuestas. Un día, entre risas, me dijo que me iba a anotar. Cuando la producción se comunicó conmigo, no lo podía creer. ¡Me había anotado de verdad! Obvio, fui a ganar y me quedé con las ganas. Si hay repechaje, ¡voy por todo!
—Se dio un ida y vuelta con Guido, pero cuando quiso saber sobre tu apellido, no quisiste ir al punto, ¿por qué fue?
—Es una larga historia. Muchas veces, un tema delicado. La realidad es que casi toda mi familia se dedicó a la política. Mi apellido siempre estuvo involucrado en eventos históricos. Mi abuelo casi pierde la vida prestando sus servicios para José Miguel Tarquini; fue atacado por los montoneros en el ‘76 y, por suerte, le perdonaron la vida. Todos los Duhalde de la familia son profesionales instruidos y con gran conciencia social. Incluso, Eduardo Luis Duhalde, el ex secretario de Derechos Humanos, es primo directo de mi papá. No me pesa mi apellido, al contrario, me enorgullece saber que es parte de la historia argentina.
—Son familiar entonces ¿Cómo es tu relación con él?
—Sí, lo somos. Mis abuelos eran los que más relación tenían con él. Una familia muy instruida de profesionales, con el privilegio de acceder a formarse en lo que fuera. Pero mi papá fue un rebelde; tomó otro camino. Dejó los estudios para dedicarse a la organización de boliches. Le gustaba la noche, pero es muy inteligente. Todo lo que toca lo convierte en oro. Muy rápidamente puso su propio local comercial, Butterfly, y lo convirtió en el boliche más exitoso de la noche porteña, el favorito de Marcelo Tinelli, entre otros artistas.
—¿Vos heredaste algo de Eduardo, pasión por la política?
—Yo, en la vida, soy igual de excéntrica que mi papá. Mi marca de ropa, Rebel Heart (Corazón Rebelde en español), lleva ese nombre en honor a mi historia familiar, sin dudas. Con su ejemplo, me transmitió el valor de luchar por mis sueños, por lo que quiere el corazón. Aunque tengamos que romper con lo preestablecido. No importa en qué familia nazcas. Perseguí tu corazón.
—¿A qué te dedicás?
—Soy modelo gráfica desde los 8 años, incluso la frase: “Lo dejo a tu criterio”, se la robé a Kari. Mi primera campaña fotográfica fue de la mano de ella. Era un catálogo de bikinis. Ella hacía adultos y yo sección niños. ¡Todavía lo tengo guardado! Desde ese momento, nunca dejé de trabajar.
—¿Qué te generó este paso por la tele? ¿Te conocen en la calle, más seguidores en redes, eso cambió?
—Sí, tengo un local de ropa y cuando vienen a comprar me preguntan si soy yo. Algunos chicos me mandan flores y chocolates, algunas chicas me piden fotos. Hasta me llegó un ramo gigante con una carta en la que se apodan “Los Abrilitos”. ¡Me encanta! Tengo mucha ida y vuelta con mis seguidores por redes sociales, interactúo y charlo con todos.
—¿Con Guido hablaste después del programa o sigue intrigado?
—Tuvimos un intercambio de palabras al finalizar el programa, donde mencionó que fue un placer conocerme. Y desde el primer contacto fue súper cálido. ¡Es un amor!
—Aparte del modelaje también tenés tu marca…
—Soy licenciada en Diseño de Indumentaria. En este momento estoy concentrada en dirigir mi local. Gracias a Dios, el negocio está creciendo mucho y ya hay personas interesadas en adquirir franquicias, lo que es un paso emocionante hacia mi sueño de expandirme por todo el país. A través de mi trabajo, trato de generar conciencia social, y me gustaría que Rebel no solo sea vista como una marca, sino como un movimiento. Quiero que cada persona que use Rebel se sienta parte de algo más grande.
—¿Te gustaría ser parte del mundo artístico?
—El mundo del entretenimiento me encanta, siempre estoy abierta a nuevas propuestas, ¡no me cierro a nada! La vida es mágica, te va llevando a lugares inesperados. Siento que toda mi vida, en algún punto, siempre estuvo atravesada por el arte, desde mi historia personal hasta la carrera que elegí. La pasión por la moda nació en mí desde que comencé como modelo y, desde entonces, no pude parar.
—De alguna manera estás relacionada desde tu trabajo
—El diseño te obliga a conectarte con tu costado más creativo. Hay una frase que me representa mucho y dice: “Aprende las reglas como un profesional, para poder romperlas como artista”. Eso es lo que trato de hacer: entender las bases para poder ir más allá y crear algo trascendental.
—¿Estás en pareja? ¿Cómo es tu vida?
—Me encanta vivir cada día como si fuera el último. Me la paso en el estudio planeando nuevas colecciones, hablando con proveedores, peleando precios, y si no estoy diseñando, estoy en una producción de fotos o documentando mi día para redes sociales. Amo comunicar. Estoy comprometida con mi trabajo y mi crecimiento profesional. Por ahora, no tengo mucho tiempo para el amor, pero apenas tengo 23 años, ¡ya habrá tiempo para eso!