Después de dos meses de batalla legal con Wanda Nara, Mauro Icardi finalmente se reencontró con sus hijas, Francesca e Isabella. Sin embargo, lo que debía ser un traspaso civilizado terminó en un escándalo con gritos, llanto y la intervención de la policía y el SAME.
Ante esta situación, las abogadas que representan al futbolista habrían tomado una drástica decisión: soltarle la mano y presentar sus renuncias este sábado. Según reveló Karina Iavícoli en X (ex Twitter), Guadalupe Guerrero ya renunció a la defensa de Icardi, y sus otras dos representantes legales, Elba Marcovecchio y Lara Piro, seguirían el mismo camino.
Horas después se confirmó la renuncia de las tres abogadas y trascendió que el futbolista fue imputado por hostigamiento agravado.
El escándalo se viralizó en redes sociales a medida que surgían rumores y aparecían videos. Uno de los más impactantes mostraba a Wanda Nara gritando desesperada y pidiendo ayuda, supuestamente por el ingreso violento de Icardi a su departamento en el Chateau Libertador.
Todo comenzó cuando el futbolista pasó a buscar a sus hijas por el colegio para llevarlas a su casa. Sin embargo, al notar que las niñas estaban acompañadas por sus mascotas, se negó a trasladarlas con los animales. Como alternativa, las llevó al departamento del Chateau para que dejaran a los perros, pero al ver que tardaban en bajar, Icardi habría perdido la paciencia.
Según trascendió, sin mediar palabra, irrumpió por la fuerza en el edificio, incluso derribando una puerta. En medio del altercado, habría tenido una actitud agresiva con los perros y con una empleada de Wanda, lo que llevó a la empresaria a llamar a la policía. En pocos minutos, llegaron cinco patrulleros para controlar la situación.
Finalmente, Icardi se retiró del lugar alrededor de las 22:00 sin sus hijas, quienes, según informes, se negaban a irse con él. Luego del escándalo, una ambulancia del SAME asistió a las menores con apoyo psicológico.