La relación entre Wanda Nara y Mauro Icardi está atravesando, sin lugar a dudas, su peor momento. El viernes pasado se desató un violento encuentro entre los padres de Isabella y Francesca en el Chateau Libertador en el cual tuvo que intervenir la Policía.
A horas de lo ocurrido, Gabriela Arias Uriburu dejó a través de sus redes sociales una carta abierta donde menciona lo ocurrido entre la mediática y el futbolista y, una vez más, pidió preservar el bienestar de los menores en las batallas judiciales de los adultos.
Cabe recordar que en 1997 el caso de Gabriela se hizo conocido ya que su exesposo sustrajo a sus hijos y se los llevó a Jordania. Arias Uriburu tuvo que luchar durante años en la Justicia para poder recuperar a los menores y también la tenencia.
A partir de su experiencia, se convirtió en una referente en temas de derechos de familia. Actualmente se dedica a compartir su historia con otras mujeres que viven la misma lucha y, a través de charlas y libros, inspira a otras a seguir adelante.
Las palabras de Gabriela Arias Uriburu a Mauro Icardi y Wanda Nara
"Queridos Wanda Nara y Mauro Icardi, cuando unieron sus vidas, lo hicieron con amor y respeto. De esa unión nacieron sus hijas, y gracias a ese amor, construyeron juntos una familia. Para los hijos, quienes se separan son los adultos. Pero para ellos, ustedes siguen siendo mamá y papá.
Siguen necesitando su amor, su cuidado y la protección que les permita crecer en un entorno sano y seguro. Tal vez, en medio de este proceso, alguno de ustedes haya notado que el dolor, la frustración y el enojo han terminado volcando sobre sus hijos, convirtiéndolos no solo en el centro del conflicto, sino también en quienes cargan con lo no resuelto de la pareja.
Las imágenes que han trascendido son duras y evidencian la falta de cuidado y priorización de sus hijas en este proceso. No solo ustedes, sino también el sistema judicial, las instituciones responsables de proteger sus derechos, el periodismo y la sociedad en su conjunto han fallado en mirarlas y resguardarlas como corresponde.
Desde mi experiencia en situaciones familiares similares, me ofrezco, junto con mi equipo de profesionales especializados, a acompañarlos en este camino. Los invito a dar un paso al costado, sanar heridas y permitir que sus hijos puedan vincularse con ambos en paz, sin verse atrapados en el sufrimiento de sus padres.
Cada uno deberá afrontar y resolver su propio dolor, pero fuera del espacio emocional de los niños, protegiéndolos y evitando marcas innecesarias en su infancia. Sus hijas los necesitan a ambos, en un entorno de resguardo, protección y amor. Es momento de hacer de ellas la verdadera prioridad. De todo el equipo de profesionales que está trabajando en la creación de un Protocolo para la Infancia".